Capítulo 6

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Al llegar a casa subió corriendo a la habitación, se sentó en el banquito del tocador y desesperada intentó encontrar la manera de como arreglar el colgante antes de que Kunzite llegase y lo encontrase así. Al anochecer aún no había llegado, pero ella seguía allí sentada intentando arreglar la cadena a la luz de una vela. De repente se abrió la puerta y ella se levantó tapando el tocador para que no lo viese.

Como estaba de espaldas a la luz los arañazos no se veían, pero la cara de conde se veía con nitidez y estaba visiblemente enfadado con ella. Mina tragó duro y agachó la cabeza no soportando la mirada que le estaba dedicando. El conde se acercó apartándola y viendo la cadena de la Luna rota, aquello solo lo enfureció aún más.

—No se cómo pude darle algo tan importante a alguien como tú – dijo Kunzite enfurecido mientras que se daba la vuelta hacía ella-. ¿Cómo te atreviste a romperlo? – Acusó y ella fue a contestarle, pero no le dejó. – Ni se te ocurra responder. Eres una irresponsable, acabas de dejar nuestra reputación por los suelos al haber atacado a Lady Esmeralda.

—Pero yo...

—Te he dicho que ni se te ocurra responder – dijo furioso mientras la señalaba con el dedo-. Por tu culpa mi cargo en la marina peligra y me has dejado en ridículo delante de todas las personas influyentes. Debería de haberle hecho caso a Esmeralda al menos ella no me hubiese dejado en ridículo. No saldrás más de esta casa.

Mina se quedo callada recibiendo todo el discurso y cuando Kunzite salió de la habitación comenzó a llorar de la impotencia ya que seguramente Esmeralda había ido a hablar con él y le contó lo que quería.

Al día siguiente, Kunzite se marchó a cumplir su deber con la marina, el mayordomo fue quien se lo contó a Mina. Ella pidió al mayordomo que fuese a buscar al mejor joyero de la ciudad y le pidiese que fuese a la casa, el cual arregló la cadena en cuestión de minutos. Mina dejó la cadena en el tocador con una nota debajo y con el baúl listo se fue en un carruaje de alquiler sin decirle al servicio donde iba ni nada.

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Dos meses pasaron. Se podía ver a un hombre de cabello blanco casi plata traspasando las puertas de su casa en Londres. Las personas del servicio lo saludaron amablemente. Estaba contento porque la misión que le habían encomendado había sido un éxito y no había habido ninguna baja. Subió a cambiarse la ropa por una mas cómoda, pero nada mas entrar en la habitación se sorprendió porque estaba demasiado fría. Al mirar hacía el tocador vio el colgante de la Luna, pensó que tendría que llevarlo a arreglar, pero al acercarse vio que estaba en perfecto estado y que debajo había una nota doblada que no iba dirigida a nadie. Al abrirla comenzó a leer:

"Dáselo a una persona que realmente lo merezca. M."

Sin haberse quitado si quiera la ropa salió buscando al mayordomo.

—¿Dónde se encuentra mi esposa?

—Ciertamente, no lo sé señor. Sólo se fue – comentó el hombre mientras Kunzite lo miraba de forma asesina-.

—¿Cuándo se fue? – Preguntó cabreado.

—La misma mañana que se fue usted.

Soltó el mayordomo y fue a por su caballo. Lo que le había dicho el mayordomo quería decir que se había ido el mismo día que él hacía dos meses y tenía la esperanza de que se encontrase en la casa de su hermano. ¿Porqué está mujer se empeñaba en deshonrarlo de aquella manera?

Enseguida llegó a la casa del hermano de Mina. Una persona del servicio que siempre estaba allí cogió al caballo cuando Kunzite bajó y a paso apresurado se acercó a la puerta. El cuanto el mayordomo le hablo le pidió hablar con los señores de la casa de inmediato. No esperó la respuesta y entró directamente al salón en el que estaban ambos hermanos y la esposa del mayor, se podía ver que Kunzite estaba ligeramente acelerado.

Cadena Del Amor (Adaptación Mina/Kunzite) Where stories live. Discover now