Blanco & Negro

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Se despertó sintiendo el sudor en su frente, cuello y espalda. Miró a sus alrededores, recordando lo pasado hace tan solo unas horas: habían horneado galletas, jugaron videojuegos y vieron una película antes de que Shuri volviera arriba después de recibir una llamada de parte de Peter, el cual decía que su madre había empezado a hacer preguntas. Admitía que había sido divertido el llegar a conocer mejor a la princesa de Wakanda, pero tampoco estaba segura de que podía llegar a considerarla su amiga.

Pasó su mano por su cuello, intentando limpiar el sudor. Sin darse cuenta estaba respirando aceleradamente, intentó recordar los ejercicios de respiración que le habían enseñado para ocaciones como esas. Inhaló, exhaló, inhaló, exhaló...

Casi fue como si escuchara una voz en su cabeza, sentía el efecto del amuleto en ella, estaba llamándola, diciéndole que debía de ponérselo, salir y ser White Tiger. Tenía que hacerlo.

Gwen estaba durmiendo a su lado en la cama y Kamala estaba dormida en un futon en el suelo, se levantó cuidadosamente para no despertar a sus amigas y lo más sigilosamente posible abrió su armario para sacar su traje, incluyendo la máscara, los guantes y las botas. Lo dejó todo en la cama para poder agacharse y sacar de debajo de la cama la caja en la que guardaba el amuleto. Se estremeció al sentir que Gwen se movía encima de la cama, pero se alivió al escuchar más ronquidos de parte de la rubia.

Se sintió estremecerse al abrir la caja. El amuleto brillaba como una esmeralda en la oscuridad de la habitación, su llamado se volvió más fuerte, pero... tendría que aguantar un poco más. Guardó el amuleto en el bolsillo del pantalón de su pijama y volvió a guardar la caja debajo de la cama, con cuidado de no hacer mucho ruido.

Suspiró aliviada cuando sus amigas no se despertaron después de que ella abriera la ventana y salió, subiéndose a la plataforma de la escalera de incendios abrazó el traje contra su pecho para que ninguna parte de éste cayera de sus manos. Trepó las escaleras pegadas a la pared una vez llegó al piso más alto del edificio y se subió al techo, dejó el amuleto a un lado para ponerse el traje encima de la pijama, se puso las botas, los guantes y se acomodó su desordenado cabello en una coleta, y antes de que se pusiera su máscara fue cuando notó la presciencia de alguien más ahí.

Él estaba ahí, sentando en el borde del techo, con un cigarro entre los dedos y viéndola como si se tratara de un fantasma. Casi deja caer la máscara de sus manos al ver a Peter Romanoff. Sintió el pánico, el miedo, mientras que intentaba pensar en algo en qué decir. ¿Qué explicación podría dar? ¿Le creería si le dijera que subió hasta el techo del edificio en el que vivía para cambiarse para una fiesta de disfraces siendo más de las doce de la noche?

—P-Peter...—balbuceó, esperando a que el chico dijera algo. Pero, para su gran sorpresa, él le sonrió. Se levantó, dejó caer su cigarro y lo aplastó con su pantufla.

El chico no dijo nada, tomó la máscara de Michelle entre sus manos y la acomodó en la cara de la chica, dejando su rostro cubierto por la máscara. Ella sentía cómo el aire se le iba, Peter le sonrió y pasó unos dedos por sus labios como si estuviera cerrando un cierre antes de bajar del techo por las escaleras. Michelle suspiró mientras que sentía algo cálido en su pecho, eso había sido suficiente como para saber que Peter Romanoff mantendría a salvo su secreto.

Pero... todavía no podía estar al cien por ciento segura. Tendría que hablar con Romanoff, asegurarse de que podría confiar en él para guardar su secreto, pero, no podía hacerlo ahora, su desesperación aumentaba cada segundo que no estaba con el amuleto. Se encargaría de hablar con el chico mañana una vez estuvieran en la escuela. Por fin se puso el amuleto y sintió un gran alivio al sentir el efecto del místico amuleto del White Tiger en ella, pero no pudo disfrutarlo mucho, al sentir un apretón en su pecho causado por la ansiedad.

Romanoff [#2]Where stories live. Discover now