Without me✔ [Completo]

#7 En problemas👄

— Esto no tiene alcohol tonta — responde Ezar.

Amaris y yo compartimos miradas tomando al mismo tiempo la copa, tomo un sorbo y siento el sabor dulce pasar por mi garganta formando una sonrisa en mis labios.

— Está delicioso — grito emocionada.

Amaris se lo toma de un solo trago dejando la copa vacía en la mesa — Pídeme otra — ordena.

— Lo bueno es que no tiene alcohol si no ya sabríamos quien se embriagaba primero — añade Liam divertido.

La noche transcurrió entre strawberry y fresas, mi vejiga estaba a punto de explotar por las risas que teníamos todos. Ezar se la pasó peleando con Amaris al parecer ellos así se llevaban y a veces veía hacia dónde se encontraba él chico rubio que toda la noche me mantuvo un poco incómoda.

— Ángel, acompáñame al baño ya no aguanto  — la sigo sin pensarlo dos veces.

— Chicas no tarden — escucho la voz de Said junto con la música de fondo.

Entramos al baño casi corriendo las dos chocando con unas chicas que iban saliendo, soltamos las risas y tomo el primer cubículo desocupado ganándole a Amaris. 

— Ángel ese no se vale.

Salgo dirigiéndome hacia el lavamanos, levanto mi mirada viéndome en el espejo, acomodo mis puntas nasales, echándome un mechón detrás de la oreja y espero que salga Amaris. 

Entra una chica a los baños tambaleándose intentando agarrarse de todos lados para no perder el equilibrio, solo puede ver que se dobla de la nada y vomita casi cerca del lavamanos salpicando todo como su ropa.

Saco unas toallitas de mi bolsa y extiendo mi brazo hacia ella — Toma.

— Gracias por... —intenta hablar.

Amaris sale del baño, se me queda viendo con duda, viendo después a la chica que se ve fatal como apestaba a vómito.

— ¿Qué pasó aquí? — se tapa la nariz, discretamente.

— Ayúdame — sus ojos se agrandan al verme mal, pero cede a mi petición, intento que la chica se apoye en mi y en ella, recargandola en la pared — Traigo ropa creo que te puede quedar.

— No es necesario — comenta la chica.

Amaris me jala hacia un rincón intentando que no escuche a la chica — ¿Qué haces? No la conoces solo con haberle dado algo para que se limpiara era suficiente.

— Solo trato de ayudarla, ella podría ser yo.

— En primera tú no tomas, dos.. — pone los ojos en blanco y suspira — yo te ayudaría si se tratara de ti — me sonríe aceptando que ayudemos a la chica.

Nos volteamos hacia la mujer que parecía que le había pasado un tren encima mil veces.

—Solo queremos ayudarte, te traeré ropa, al parecer creo que eres de mi talla — me dirijo hacia Amaris — quédate con ella no tardo.

—Pero....

Le pido las llaves a Said de su auto y me cuesta trabajo pedirle que me deje ir sola al estacionamiento pero termina cediendo, saco la bolsa y me aseguro de cerrar bien la camioneta volviendo adentro. No se si era mi imaginación pero hay mucha más gente ahora, me cuesta trabajo llegar hacia los baños chocando con toda la gente que baila.

—Toma esto te servirá — le doy la bolsa a la chica que seguía aún medio muerta.

—Gra-cia-s.

—Me llamo Ángel y ella Amaris — le ofrezco mi mano —¿y tú?

—Whitney.

Salimos del baño intento mandarle un mensaje a Said, pero había olvidado que apagó su celular, cuando volteo a ver a Amaris ya se había ido directo a la barra a pedir un strawberry. Camino hacia la mesa cuando un mesero viene hacia mí —disculpe señorita le mandan este orgasmo —mis ojos se abren al escuchar ¨Orgasmo¨

—¿Perdón, qué?

—Le mandan esta bebida — bajo mis ojos hacia la charola que trae él mesero.

—Perdón pero creo que se equivocó.

—No es así — escucho una voz varonil desconocida detrás de mí.

Veo por encima de mi hombro al chico rubio, me sonríe cuando mis ojos se ven con los de él, intento pasar por un lado y él se pone enfrente de mí para bloquear mi paso.

—¿Hola?

Me hago para atrás intentando separarme de él —Disculpa pero llevo prisa — me hago a la derecha y él hace lo mismo bloqueando de nuevo mi camino.

—Pero todavía no se tú nombre — da un paso hacia mí.

—No entiendo para qué quieres saber —intento esquivarlo pero me toma del brazo.

— Quiero conocerte.

— Pues yo no —  retrocedo dos pasos.

— Evitaste toda la noche mi mirada, ¿por qué? si note tus mejillas enrojecerse.

Retrocedo aún más al seguir dando los pasos que yo retrocedí, siento un pilar detrás de mí y sé que estoy acorralada, pone ambas manos a la altura de mi cabeza, trago grueso.

— No sé de que - e hablas — sus ojos me miran fijamente, me abofeteo mentalmente y me agacho para salir debajo de su brazo.

Todo se vuelve en cámara lenta, él chico me intenta tomar de nuevo del brazo girándome de nuevo hacia él. Una mano se pone entre los dos, golpeando al chico que cae al suelo ante la fuerza del golpe, mi vista sigue aquel brazo viendo a Said que está parado a lado de mi con el puño cerrado .