Parte 1 "Mentiras y medias verdades"

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 Paul Walls, un periodista que en otro tiempo fue un escritor de éxito publicando libros de "autoayuda", ahora se encuentra en horas bajas. Recibirá un encargo de manos del editor de su revista, debe realizar un estudio con diez pacientes con trastornos mentales a los cuales entrevistará en presencia de un psiquiatra que supervisará el trabajo. Con todos esos datos podrá escribir un libro que lo devolverá las litas de ventas. Pronto descubrirá que tras esos casos se esconde una investigación que poco tiene que ver con su proyecto. Un hombre muy influyente del cual se sabe poco quiere conocer el nombre de la persona que mató a la actriz Marilyn Monroe y le propondrá que inicie una investigación a cambio de una cuantiosa suma. La mafia, el FBI y los poderes en la sombra intentaran evitar que una verdad que ha permanecido oculta durante años salga a la luz. Sin poder dar marcha atrás y enredado en una telaraña de intereses, sabrá que conocer el culpable de esa muerte es solo el principio de unos descubrimientos que pueden cambiar Los acontecimientos más recientes del siglo XX.

Prologo

Alas 00:30 h del 5 de agosto de 1962 la asistenta y también enfermera ocasional de Marilyn Monroe parece adivinar que la luz de la habitación de la estrella de cine se encuentra encendida, la claridad aparece premonitoriamente por debajo de la puerta. (En posteriores declaraciones nunca supo decir el motivo de que llegara a verlo, y tampoco que hacía en su apartamento aquel día) alarmada y respondiendo a un comportamiento poco menos que sospechoso, decide llamar al psiquiatra de la actriz, Ralph Greenson, después de comprobar como la puerta se encuentra cerrada por dentro con llave. Alguien, y no sin cierta lógica, podría pensar cuales fueron los motivos que impulsaron a la asistenta a no intentar abrir la puerta ya que tan segura estaba que Marilyn podía encontrarse en apuros. El caso es que como ya es sabido y consta en todos los informes policiales, Eunice Murray consigue mediante una llamada telefónica que el psiquiatra particular de su jefa aparezca casi de inmediato en su casa de Los Ángeles.

Ralph Greenson comprueba desde el exterior como Marilyn se encuentra tumbada en su cama y decide romper el cristal (bien podía haberlo hecho la misma Eunice...), cuándo llega hasta su cuerpo la encuentra ya sin vida, aunque la hora oficial de su muerte oficial quedará registrada a las 03:40h. Quizá debido a que el psiquiatra piensa que aún le pueda quedar un halo de vida, por ello y ya en presencia del personal medico se procede a las maniobras de resucitación sin ningún resultado. Marilyn Monroe ha muerto.

Jack Lemmons primer oficial del departamento de policía de Los Ángeles es el primero en inspeccionar el escenario, días después en su informe hace constar que la habitación estaba llena de barbitúricos, quizá pruebas demasiado evidentes, ya que parecían puestos para ser vistos con facilidad. Además en la primera inspección ocular afirma haber visto el cuerpo de la diva lleno de moratones, razón por la cual en primer momento descarta el suicidio como primera opción. Vale decir que poco después fue apartado del caso...

No antes de pedir permiso a la Fox se avisa al juez, el cual a las 07:00h autoriza el traslado a un hospital para que tenga lugar la autopsia. Esto en sí ya podría llamar la atención al más profano (solo habían pasado unas horas desde su supuesto suicidio) y más teniendo el cuenta que se encarga un caso tan importante a un forense con poca experiencia, el tanatista Tomas Noguchi forense oficial de Los Ángeles County Coroners refleja en su informe una muerte por envenenamiento por barbitúricos, aunque nunca podrá dar una explicación razonable a unas pruebas tan contradictorias. ¿Por qué no había restos de barbitúricos en su estómago? ¿Por qué la cantidad en sangre superaba en varias veces la que un solo individuo se puede suministrar por si mismo? ¿A que respondían los moratones?

Una vecina de la artista que jamás quiso declarar, afirmó que horas antes helicópteros con la insignia gubernamental sobrevolaban la zona, incluso afirmó que vio entrar al mismo Robert Kennedy en aquel apartamento de Los Ángeles, y de todos era sabido ya los rumores convertidos en un clamor: Marilyn Monroe mantenía relaciones con el senador y incluso con el mismo John Fitzgerald Kennedy, en aquel entonces presidente de la nación, ambos hermanos pues mantenían un triangulo amoroso con la actriz. Claro que los triángulos tienen solo tres lados y los amantes y enemigos de la diva iban creciendo en número exponencial. Frank Synatra, que además contaba con la ayuda de la mafia, un tal Federick Vanderbilt, sospechosamente amigo del comunismo y observado de cerca por otro protagonista de la historia, J. Edgar Hoover, del cual se llego a decir que había urdido toda la trama para implicar a los hermanos Kennedy... ¿Pero realmente hacía falta? El mismo Hoover poseía desde hacía tiempo una cinta donde JFK y Marilyn se prodigaban en toda clase de arrumacos.

EL DIARIO CARMÍN (¿Quién mató a Marilyn?Where stories live. Discover now