El corredor del laberinto - Otra historia

2º La primera noche

Me quedo con Newt y Thomas, que se ofrecen a enseñarme este extraño sitio. Está completamente rodeado por un muro enorme de piedra. Parece imposible salir de aquí.

HAYA: ¿Estáis aquí atrapados? ¿No podéis salir de este sitio?

NEWT: Estamos, eso también te incluye a ti, desde ahora. Y si te refieres al Claro, sí podemos salir. Hasta cierta hora, pero sólo los corredores pueden salir. Los demás lo tienen prohibido.

HAYA: ¿Qué? ¿Los corredores?

Mientras me hacen visita turística por este sitio raro llamado Claro, me explican quiénes son los corredores, y cómo funciona todo aquí. Creo que se me va a hacer extraño vivir aquí.

Por fin anochece. Si es de noche me parece todo diferente, me agobia menos estar aquí. Me siento a cenar apartada de los demás, no me parecen de confianza, son muy animales algunos. Veo que Newt se acerca a mí y me ofrece una botella mientras se sienta junto a mí.

NEWT: Prueba, puede que te guste.

HAYA: ¿Y cómo sé que no vas a intentar envenarme? —le pregunto con desconfianza.

NEWT: Qué cosas dices. Si no te quisiésemos aquí, ya te hubiésemos quitado de en medio hace tiempo, ¿no crees?

Me encojo de hombros y acepto la botella que me tiende el chico. Le pego un trago, pero lo escupo al momento por su sabor tan ácido.

HAYA: Puaaaaj, ¿qué es eso? Sabe asqueroso.

Hablamos un poco sobre el Claro y me cuenta más cosas sobre el sitio, que Alby es el líder, y cosas así. Me levanto con la intención de acostarme, y él se ofrece a acompañarme para enseñarme dónde puedo dormir. Pasamos junto a un grupo de chicos que se dedica a hacer luchas entre ellos, y sin querer, cruzo por la mitad del círculo.

Se me acerca uno de los chicos muy enfadado, y comienza a gritarme cosas raras que no entiendo. No me muevo del sitio, y lo miro tranquilamente. Cuando termina de soltar sus idioteces, le doy un tortazo en la cara y le digo con voz suave y calmada:

HAYA: Hay una cosa que no he podido quitarme de la mente desde que he llegado. Aquí sois todos chicos, y algunos lleváis más de un año aquí. ¿No echáis de menos a las chicas? ¿O es que ya os habéis acostumbrado todos a daros por el culo mutuamente? En ese caso, chaval, ¿tú qué eres? De los que da o de los que recibe?

Me doy la vuelta al momento y me alejo, dejando a todos alli, intentado digerir lo que les he dicho.

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Holaaaa^^

Siento no escribir mucho esta vez. Tengo que admitir que no sabía cómo seguir, pero como no quería abandonar la historia, me he obligado a escribir algo.

Espero que no os disguste demasiado;))