IRRELEVANT - Larry Stylinson.

Inédito.

*Contenido sexual.

Abril.

El tiempo se había regulado pasado un mes. Marzo había sido frío y oscuro, sin embargo, Abril se dejaba ver lleno de luz. Las flores tenían intensos colores y los árboles parecían más llenos de flores que nunca. El sol brillaba en lo alto y se reflejaba en los ojos azules de Louis que miraba hacía el horizonte.

Estaba tan contento y feliz. Podía respirar y se alegraba de ello. Sabía que nada malo podía sucederle ahora que la felicidad lo había encontrado. O mejor dicho, él había encontrado la felicidad. Había encontrado a Harry. Estaba de pie junto a un árbol bastante grande y viejo, esperando a que aquella luz de su vida apareciera en el camino. No se sentía digno de recibir tanto amor por parte de aquel chico, tanta ternura, cuidado y atención. Alguien como él sólo merecía sufrimiento, dolor y soledad; sin embargo, el destino puso a ese lucero verde justo frente a sus ojos. La salvación, así Louis lo tomaba.

Respirar ya no tenía el mismo significado; a decir verdad, antes ni si quiera lo tenía. Lo hacía por mera supervivencia, no le importaba dejar de hacerlo. Ahora alguien le brindaba el oxígeno, y como Harry le había hecho saber, él también era fuente de oxígeno para el rizado. A pesar de eso, no estaba bastante convencido de aquello. No era alguien relevante en la vida de nadie. No discutiría con Harry, simplemente esperaría a que en algún momento, decidiera marcharse. Quizá cuando con el tiempo, descubra la clase de persona que es. Por ahora, quería quedarse bajo esos brazos que cada día lo acunaban.

Verse diariamente era algo que no habían ni planeado ni hablado. Era así y todo estaba bien. Nunca nada se habló; nunca hizo falta expresar lo que sentían cuando era evidente lo mucho que lo demostraban.

Harry estaba en su camino de siempre; en el mismo sitio y a la misma hora. Un parque cercano a su casa era el lugar perfecto para encontrar a Louis y pasear antes de encerrarse en ellos mismos. Ese momento en el que cada paso que daba, lo acercaba más al mayor, era como la fuerza necesaria para abrir los ojos cada mañana. 

Lo primero en lo que pensaba. Lo último también.

Fue en ese momento cuando ni si quiera se cuestionó lo que sentía; lo sabía. Sonreía a sus propios pensamientos sin dejar de caminar. Levantó la vista y a lo lejos vio la figura de un chico apoyado en el gran árbol del parque. Cuanto más se acercaba, más claro y definido era todo ante sus ojos.

Y ahí estaba. Vestía unos pantalones ajustados negros y una cazadora vaquera clara. La camiseta blanca le quedaba bastante pegada y el tener los brazos tensos en los bolsillos, hacía que le quedara mucho más. Optó por dejar su liso cabello castaño sobre la frente y sus clásicas zapatillas negras. Levantó el rostro por mero pálpito, sentía a Harry cerca, y así fue.

Sus ojos se achinaron, sin embargo no sonreía. Era algo tan típico en él; en sus ojos se encontraba la felicidad; de nada servía que mostrara una enorme sonrisa si sus zafiros transmitían vacío.

El corazón de ambos aumentó el ritmo de sus constantes latidos a cada paso; como si se estuvieran viendo por primera vez, o después de muchísimo tiempo. Era simplemente especial, único, increíble.

-Tardabas- susurró Louis cuando tuvo al menor lo suficientemente cerca. Este lo rodeó con sus brazos y lo atrajo tanto como pudo a su cuerpo. Sus respiraciones colisionaron y comenzaron a respirarse el uno al otro. Estaban muy cerca, pero ni si quiera sus labios se rozaban aún. Sólo se contemplaban, se miraban a los ojos y se admiraban un día más.-. ¿Por qué tan bonito?

Harry sonrió y atacó su boca sin reparo alguno. Tenía los labios brisados, pero él se encargó de humedecerlos en un par de segundos. Las pequeñas manos de Louis acariciaban su espalda lentamente sin dejar de mover los labios. Se elevó sobre la punta de sus pies para tener más control y así rendir a Harry bajo él; sin embargo, el rizado lo separó con fuerza y tomó su rostro entre sus manos.