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S

entado a la orilla del tiempo contemplando la vida pasar, se acercó a mi un hombre y me dijo:

.- Es hora de despertar

Me coloqué de pié y le miré a los ojos, y en su mirada noté que no era de este lugar; y con voz penetrante siguió diciendo:

.- Has buscado incesantemente respuestas, es necesario que ahora las conozcas.

Mientras más le miraba se me hacía más familiar, como si lo hubiese visto antes. En ese entonces no recordé el tiempo que había pasado cuidándome, protegiéndome, guiándome y continuó diciendo:

.- Ven conmigo Dragón, es el momento de caminar.

Sus palabras eran cortas pero mientras más le oía se volvía más familiar. "Ven Conmigo" ¿A donde? Me pregunté ¿Porque Dragón?...

E

l ser que estaba delante de mí me tomó de un brazo y me llevó a un sitio alto, donde se podía observar el resto del mundo y comenzó a decirme:

.- Hasta ahora has conocido dos tipos de experiencias: la que conoces a través de los demás y las que conoces a través de tus propias vivencias, has comprendido que cada una de ellas te enseña de alguna manera, que la vida es necesaria vivirla plenamente, que esta compuesta de triunfos y fracasos, de alegrías y de tristezas, que cada una de ellas, ya sean tuyas o ajenas llenas los espacios vacíos que existen en tu corazón; las experiencias son como las que llegan cargadas de néctar con el fin de llenar su panal de miel, dirás entonces que también hay experiencias amargas ¿cómo se compara con la miel?; pues veraz, toda experiencia por muy amarga que sea tiene signos de dulzura y toda miel por más dulce que sea tiene signos de amargura, nada está exento ni de lo uno, ni de lo otro, todo depende de la transformación que puedas darle.

Después de una breve pausa continuó:

.- Tus experiencias te han traído hasta este momento, han logrado que trasciendas y que ahora se te sea develada otra forma de conocer las cosas, los mundos, los tiempos, la verdadera lucha entre el bien y el mal.

Mientras escuchaba permanecí en silencio con infinidad de preguntas en mi mente, pero muy atento a lo que me decía:

.- A pesar de que tiene el mundo en una mano, sientes que no es todo, que hay algo más, y eso es cierto, en el punto de transformación en el cual te encuentras, vivimos atrapados en nuestro pasado y nuestro presente, nos da miedo aceptar que todo cambia, que nada es duradero, nada es para siempre, nada es siempre, solo el sentimiento puro, pero este no es como un árbol que echa raíces quedándose inmóvil en un solo sitio, al contrario, es como todo aquello que puede ceder al viento por la necesidad de mantenerse en movimiento para sentirse libre. ¿Haz notado alguna vez que el cantar de un ave reprimida de su libertad es distinto del de aquella que se encuentra libre? el sentir es nuestro espíritu, no de nuestro cuerpo, y es él quien necesita de la libertad, sólo utiliza el cuerpo como un móvil en este mundo.

T

ras pasar un largo rato en silencio y mirando fijamente a las estrellas como buscando algo en toda su inmensidad escuché un largo suspiro atrayendo mi atención y descubrí unos ojos despreocupados pero llenos de recuerdos, al mismo tiempo que susurraba palabras que no entendí, luego de culminar lo que parecía una oración pregunté:

ÁNGELES Y DRAGONESWhere stories live. Discover now