Cap. 1: «Molestia»

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Oh, al parecer puede que sea el mejor día de esta semana.

Ya saben, las Heathers, las más populares y esas cosas de preparatoria. Ellas lo tenían todo servido a su mano, los chicos más guapos salían y se acostaban con ellas, inclusive uno que otro profesor le subía puntos en las materias.

Todo era pura perfección, todo estaba tan bien, que parecía ser irreal.

Hasta que alguien llegó.

Veronica Sawyer, esa jovencita que logró sacar la belleza que ocultaba tras vestidos y abrigos largos, que de la nada saltó a formar parte del grupito.

¿Quién diría que esa chica de saco azul podría formar parte de ellas? Antes ni siquiera sabían que existía y como por arte de magia, ahora ella estaba sentada en la misma mesa.

— ¿Tienen planes para hoy?—la voz de McNamara interrumpió el silencio, dejando de lado la cajita de jugo para hablar.— Ram me dijo que quería salir en grupo con nosotras, dice que haremos cosas "normales".

— Si por normales se refiere a que intente tener una orgía con nosotras.  .  .— las Heathers miraron a la castaña que habló, notando la sinceridad con la que decía cada palabra suya.

— Veronica, cierra tu ano virgen y deja terminar a Heather.— está vez, fue Chandler quien abrió la boca.

Duke casi se atora de la risa con el pastelito que estaba comiendo, escupiendo algo de este y tapando su boca con su brazo. La de amarillo hizo una mueca de disgusto, atrayendo más a ella su bandeja de comida.

—Ah, perdón Heather, tú tienes todo el derecho de hablar sobre anos vírgenes ya que el tuyo está más abierto que tu boca al gritar.— respondió Sawyer, claramente esperando una canción entera de que la de rojo se sentía buena persona y eso. Más sin embargo, lo único que recibió fue un jalón de cabello, chillando de dolor por la fuerza.— ¡Ya, perdóname!— se arrepintió haber dicho eso, pero tampoco quería terminar con el cuero cabelludo arrancado.

La Heather amarilla aclaró su garganta, para llamar la atención y también para seguir hablando.— Como decía, él solo quiere una reunión común. Esas cosas de jóvenes que van a los parques o yo que sé.

— Confiar en Ram es como decir que el emo de los slushies no mataría al instituto entero con bombas.— al parecer la líder de la mesa no pararía de molestar a JD, bueno, ambos son enemigos, que más se esperaría.

— Heather, en primer lugar, el "emo de los slushies" tiene nombre y es Jason Dean, en segundo lugar, no es un asesino.— la de azul se llevó una mirada de burla por su contraria, quién se cruzó de brazos.

— Claro, Ronnie, defiende a tu novio y llévame la contraria, que esta vez la única muerta aquí serás tú por confiar en una basura depresiva.— algunos alumnos se burlaron de las palabras de Chandler, mirando al chico de saco negro que leía un libro de forma tranquila en la esquina más alejada de la cafetería. Él solo subió la mirada por unos segundos y luego continuó leyendo, como si nada le importara.

— Ese es mi chico.— se dijo para sí misma la castaña, sonriendo con orgullo y aprobación. Esa felicidad era molesta para la "Reina demonio".

Chandler se paró y se dirigió donde yacía el lector "emo", arrancándole el libro de las manos y tratando de leer lo que decía. Obviamente, JD se molestó ante la odiosa acción hecha por su mortal enemiga.

— Ugh, no entiendo nada. ¿Qué es esto? ¿Acaso es un libro para invocar amigos porque no tienes ninguno?— las risas de los estudiantes aumentaron, manteniendo satisfecha a la de moño rojo quién sonreía y mantenía aires de toda líder.— Es comprensible, ¡Vamos! En todo el instituto, ¿Quién querría ser tu amigo? Si solo eres una maldita escoria aquí, ¿Para qué te torturas en venir cada día? ¿Acaso quieres que te resaltemos lo basura que eres?.— la rubia continuó leyendo el dichoso libro del más alto, todas las páginas le empezaron a aburrir debido a que no había nada de su interés.

— Heather, devuélveme mi libro, por favor.— la amabilidad de JD dejó a todos desconcertados, inclusive a la misma Veronica. Definitivamente, todos esperaban a que el "emo" golpeara en un ataque de furia a Chandler, nadie veía venir lo que acababa de pasar.— Quiero las paces contigo, dame mi libro y ve a sentarte donde tus amigas, sigue hablando con ellas y no hagas un drama acá. Al menos no ahora.— acarició la cabeza de la líder de rojo, desconcertandola. Esta misma se alejó de él y le tiró el libro en la cara.

— ¿Qué carajos te pasa? ¿Eres tan marica que ni te sabes defender? Ugh, que desperdicio de tiempo.— volvió donde su grupo, chasqueando los dedos.— Vámonos.— ordenó, las 3 chicas de la mesa la miraron ciertamente confundidas.— ¿No me escucharon, cabezas huecas? ¡He dicho que nos vamos y pobre de aquella que quiera quedarse, que la mato a golpes!— la de verde tomó el pastelito que le faltaba terminar y abandonaron la cafetería.

La rubia caminaba furiosa, no obtuvo la reacción violenta que tanto esperaba. Realmente, solo quería llenar de problemas al joven Dean por diversión, lo detestaba mucho.

— Veronica, acuérdate de educar bien a tu perro y que no me lama la mano cuando yo le tire una piedra.— dijo la enojada chica, tomando camino al baño.

Las 2 castañas y la rubia más alta observaban como la de rojo prácticamente pateó la puerta de los servicios higiénicos para entrar, cerrando violentamente la puerta. Sawyer pensó en hablar con JD para saber del porqué de la tan agradable respuesta, averiguaría esa duda que tenía.

Y justo cuando estaba por darse media vuelta e ir donde el amante de los slushies, Chandler se asomó por la puerta del baño y avisó.— Quién se atreva a regresar juro que estará muerta.— y volvió a entrar.

Sabemos que las palabras de la rojiza líder no intimidante tanto a la de azul, quién hizo caso omiso y regresó donde su novio.

Esperamos que las otras 2 Heathers logren encubrirla.

«Contraria» ;; Heathers fanfic.Where stories live. Discover now