Episodio 2: Azrael y el Infierno

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Ahora que me pongo a pensar, todo lo que pude haber hecho y lo qie debí hacer, ruego que padre me perdone por todo lo que hice.

Al inicio de la creación, padre designó a Lucifer como la Estrella de la Mañana, el responsable de que todo siguiera su curso. Sin embargo, hizo que mis hermanos y yo lo apoyaramos en su tarea. Un buen día, padre designó a una rana a cuidar un jarrón que contenía un experimento que el llamaba "Muerte", pero padre no se confiaba del todo, por lo que me puso a mi a cuidar al jarrón y la rana.

Al irse, la rana actuaba de forma sospechosa, miraba al jarrón con deseos de romperlo. Actue por instinto y decidí encararla.

-¡Revela tus intenciones ante mi ahora!

-Yo no serviré más a Dios, mi maestro me ha dicho que si rompo el jarrón, sere libre realmente.

Y en un movimiento desenfrenado, la rana lanzó su lengua empujando al jarrón.

-Mierd...

De pronto, un aura de oscuridad emanó del jarrón roto, tomando una forma esquelética. Dicha forma se separaría en dos entes iguales. Traté de atacarlos con la espada que me dio mi padre pero poco podía hacer, ya que uno de ellos trató de tocarme pero mi aura y el se unieron. Lo último que recuerdo antes de caer inconsiente fue ver como la otra mitad del ente huía hacia la tierra al ver llegar a mi hermano Gabriel, estoy seguro de que la rana no pudo contar con la misma suerte.

-¿Azrael? ¿Sigues conmigo?

-Si Lucifer, es solo que este lugar...

-Es el poder del infierno, hace que recuerdes cosas.

-Ya veo

Si bien, padre nos amaba, las palabras de Lucifer confirmaron mis sospechas sobre como padre nos había ocultado cosas, cosas sobre Lucifer y el Infierno, ya que nadie podía ir allí sin concentimiento de padre o con la ayuda de Lucifer.

El ambiente era algo tétrico, sabemos por historias de Gabriel y Miguel que el ambiente era de tonalidad rojiso y de un clima tán caliente que las armaduras celestes se comenzaban a derretir, y asi era. Frente a frente, los relatos parecían historias contadas por niños humanos de 7 años.

-Por cierto Azrael, olvide decirte que es mejor que uses trajes humanos o tu armadura va a...

-Azarme vivo cual pavo.

Y así lo hice, decidí quitarme mi armadura plateada y crear un traje humano con el poco poder celestial que mis alas me daban.

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-¿Azrael? ¿Sigues conmigo?

-¿Lu-Lizbell?

-Si hermano, pero no solo yo

La habitación estaba repleta de mis hermanos observandome mientras la mano brillante de Luzbell tocaba mi frente.

-Al parecer estas bien, tu salud, tu mente, todo.

-¿Qué pasó con...?

-¿La muerte? Pues te tengo una noticia Azrael.

De pronto, Luzbell sacó su espada de forma lenta mientras ponía el filo de la misma en mi hombro derecho.

-En voluntad de nuestro Dios padre, Yo, Luzbell, La Estrella de la Mañana, te nombro a ti Azrael, hijo de Dios...

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Lucifer: Ser malo tiene un precioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora