CAPITULO 10

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El Director comenzó a avanzar. Yo no tuve que caminar sola, tomaron de mi muñeca arrastrándome fuera del comedor y dirigiéndome a donde los demás participantes estaban, Snape tenía una mueca enorme de disgusto, no me lastimaba el jalón, solo que por sus ojos parecía querer matarme.
Todos los profesores venían detrás bastante molestos, sin comprender lo que sucedía tanto como yo, Maxime maldecía en francés, Igor exigía una explicación entre demás gritos.

Al llegar lo primero que vi, fue a los tres campeones más atrás juntos, Harry un poco más adelante mirándome sorprendido y pálido, seguro que yo tenía la misma expresión.

Snape me aventó lo suficiente para no caerme y solo terminar al lado de Harry.

—¡¿Colocaron su nombre en el cáliz?!—nos cuestionó Dumbledore.

—No señor—respondimos al unísono sacudiendo la cabeza.

—¿Le pidieron a algún alumno mayor que lo hiciera por ustedes?
Volvimos a negar.

—¿Seguros?

—Si señor.

—¡Mentirosos!—grito Maxime golpeando una lámpara.

—Imposible. Unos niños no pueden hacer un perfecto hechizo Confundus u otro más avanzado, es una magia inalcanzable para alumnos de cuarto.

—¿Haz dedicado un tiempo a analizarlo no es así ojo loco?—intervino Igor.

—En mis tiempos tenía que pensar como un mago oscuro Karkarov, no se si lo recuerdes...

El director de Dumstrang parecía bastante furioso.

—¡Exijo entonces que se les deje participar a otros de mis dos estudiantes!—exclamó— igual que Howgarts, es injusto.

—Igual yo—interfirió Madame.

—El cáliz de Fuego está desactivado, no volverá a encender hasta el próximo torneo—habló Barty por primera vez.

—Pues no dejare que participe mi estudiante

—Te recuerdo Karkarov que firmaron un contrato al poner su nombre en el cáliz—explico Bagman intentando tranquilizarlos.

—¿No planeas sabotear el torneo verdad Igor?

—Eso no ayuda Alastor—intervino Dumbledore—. Lo dejo en tus manos Barty.

No podía descifrar su expresión, era una mezcla de duda, confusión, entre otras emociones, diga que no, diga que no.

—Las reglas son firmes—no, porfavor....— el Cáliz ya tomó su decisión. El señor Potter y la señorita Black, no tienen elección, desde hoy...ambos son campeones del torneo.

Todos nos escudriñaron a su manera, podía sentir la piel de gallina.

Lo último que nos explicaron era que la prueba se llevaría el 24 de noviembre, pensada para medir nuestro coraje y por lo tanto...no nos iban a decir que era. Al dejarnos marchar cada uno a nuestro dormitorio, los pasillos de encontraban vacíos, lo único que se me ocurrió fue detener a Harry en uno para hablar.

—¿Tienes una idea de quién lo hizo?

—No—susurró molesto— por supuesto que no ¿insinúas que yo le pedí a alguien...

Cubrí mi mano con su boca—¡No!—respondí por igual— acusarte a ti sería como acusarme a mi, tonto. Intento descifrar cómo terminamos metidos en esto....

Harry suspiro apartando mi mano de su boca, tomo mi mano y la cubrió con la suya sin mirarme.

—Lo siento....

La Black que se enamoró de Potter IIIWhere stories live. Discover now