Capítulo 14 - Competencia de miradas (Resubido)

Börja om från början
                                    

- Mira, ¿Qué quieres? –Mi voz era tosca ahora, fuerte. La que suelo usar cuando hablo con Weston. Cameron sabía eso también y observé la sorpresa en sus ojos.

- Creo que esa pregunta estaría mejor dirigida hacia ti, Ryder. –Pausó y entonces su voz se volvió seria. – ¿Algo va mal?

Sabía de lo que estaba hablando y por qué su humor había cambiado tan rápido, sentí mi voz normalizarse a lo que le respondí. –No. –Dije simplemente. –Cole me dijo que estabas en su departamento. –Pero no que estabas con Charlotte, añadí amargamente en mi mente. –Y necesitaba asegurarme que tuvieras la W.H. cubierta. –Pausé. –Así que vine. –Me encontré observando hacia Cameron y sentí como si lo estuviese acusando.

- No me esperaba conseguirte tan… ocupado. –Finalicé, observando a Cameron sonrojarse.

Acaba de jodidamente sonrojarse. El chico que conozco dese que estaba en la escuela básica se sonrojó. ¿Qué demonios?

- S-si. –Dijo tímidamente. Se rascó la parte posterior de la nuca con una mano. Rodeé mis ojos al sentir un sentimiento nublarse en el centro de mi pecho, haciendo que doliese. Llevé una de mis manos hacía ahí en un intento de hacer que se marchase. No me había dado cuenta que Cameron me observaba cuando lo hice. Me quedé observando al suelo.

- Estás bien con eso, ¿no? –Cameron preguntó, haciendo que mis ojos volviesen a verlo. Sus ojos eran especulativos y sabía que su pregunta sólo buscaba una reacción de mi parte. Mantuve mi expresión serena y quité la mano de mi pecho.

- ¿Por qué no lo estaría? –Dije. Y entonces sentí como si estuviésemos teniendo una competencia de miradas y quien fuese que ganara, ganaría más que la satisfacción de sólo haber ganado. No sabía cuál era el premio exactamente pero eso no me detuvo de seguir observándole tan fuerte como lo hacia él.

- Es cierto. –Cameron dijo, sus ojos aun enfocados en mí. – ¿Por qué no lo estarías?

- Tú hiciste la pregunta. –Repliqué, mi voz neutra. Quitó su mirada de mí, haciéndome sentir victorioso. Ahora, ¿Dónde está el premio?

Un silencio se hizo entre nosotros y haciéndome retorcerme por la inusual incomodidad. He conocido a este chico prácticamente mi vida entera, este era territorio extraño. Me aclaré la garganta antes de darle un golpecito en la parte posterior de su nuca.

- Dejando de lado el trabajo, ¿no, James? –Dije molestándole, ignorando la molestia que sentí cuando dije eso. Cameron carcajeó y me devolvió el golpe en el brazo en respuesta, rompiendo instantáneamente la incomodidad. Sus ojos se volvieron completamente serios cuando dijo sus próximas palabras.

- Nunca.

Con esa extraña situación fuera y un dolor sin sentido que tendría que chequear con mi doctor, Cameron y yo dejamos el largo apartamento y partimos al lugar en el que teníamos los pasados dos años reuniéndonos. Nuestra oficina central.

No era alguna vieja fábrica en el medio de la nada, y tampoco era un sótano subterráneo polvoriento. Era un apartamento poco pintoresco de café.

Los dueños del café habían sido la abuela y abuelo de Cameron pero luego de la muerte de sus padres, hicieron que Cameron trabajase ahí en una forma de mantenerle “ocupado”. Para ese tiempo, Cameron era como un muerto viviente, sin emociones que mostrar y sin emitir palabra luego de ese incidente. Eso fue cuando apenas tenía catorce.

Cole y yo tratamos de ayudarlo. Conseguimos un trabajo también con la aprobación de sus abuelos con el mismo objetivo en mente. Aunque había empezado el entrenamiento con Maxwell no mucho después, era el mismo, una persona sin emociones desde que esos agentes le salvaron esa noche que sus padres murieron.

Pero entonces Faith pasó. El mismo años, días diferentes. Llamadlo como una enfermiza coincidencia.

 Yo no era del tipo que se sienta como un zoquete sin emoción alguna de rock cuando alguien amado muere. Especialmente cuando era una muerte injusta. Me descubrí completamente, contrayendo el maldito título de “Chico malo” en los jodidos tabloides, de vez en cuando decepcionando a mis padres y a Maxwell pero había estado tratando de hacerle frente.

Eso fue cuando tenía dieciséis que llegué con un plan. Me golpeó como una gran luz tan rápido, tan fuerte, que inmediatamente le dije a Cole y juntos fuimos con Cameron para decirle también.

Ese fue el primer momento que vi algo de emoción en sus ojos luego de la muerte de sus padres.

Y fue ahí cuando pusimos nuestros planes en marcha.

En el café, además a Cole, Cameron y yo, habían otros dos trabajadores. El café no era de los que siempre se llenaban pero tampoco estaba del todo desierto; era perfecto para lo que teníamos que hacer como manejar el café al mismo tiempo que hacíamos otras cosas.

Eventualmente, Cameron obtuvo el permiso de sus abuelos para usar el lugar sin ningún problema, mientras en forma de pago manejásemos el café nosotros por ellos.

- Hey Ryder. –Una suave y seductiva voz habló a mi derecha. O para ser más específico, desde el mostrador.

- Cynthia. –Escuché su respiración aumentar, como si estuviese desmayándose hacia el hecho de que dije su nombre, y casi rodé los ojos. Muy fácil. Pensé. Pero mi mente volvió a hoy más temprano, al apartamento de Cole y por alguna razón, sentí la necesidad de dar más que mi tiempo a desesperados empleados nuestros. – ¿Cómo estás, cariño? –Le escuché jadear.

- Bi-bien. –Entonces, luego cuando ya se había calmado. –Absolutamente bien, Ryder. Gracias por preguntar. –Mi sonrisa se hizo más grande. Mi efecto en las mujeres. Carcajeé en mi cabeza. Me apoyé en el mostrador, acercándome mas a ella, donde me fuese posible oler su embriagante y fuerte perfume. Retuvo la respiración nuevamente y yo sonreí aun más, si eso era posible y susurré en su oído. – ¿Puedes conseguirme un poco de agua? –Dije, únicamente en una respiración. La vi estremecerse.

- S-si, por supuesto. –Viéndola correr por un agua, especialmente para mí, era intensamente satisfactorio. ¿Es tan malo pensar así? Me cuestioné. Pero cuando ella me tendió una botella con agua, sus manos temblando, me encontré a mí mismo respondiendo firmemente; no. dejé que mi mano tocase la suya a lo que tomaba el agua y la observé temblar aun más. No, definitivamente no. cogiendo su mano entre la mía, encontrándola fría y húmeda, como era de esperarse, corrí mi pulgar sobre ella.

 - Gracias. –Dije. Pero fue lo único que me tomó para derretirla por completo. Sonreí nuevamente. Así es como obtienes que la gente mantenga la boca cerrada sobre que Ryder trabaja en un café. Bueno, eso y contratos.

Cameron, luego de haber terminado con otro de nuestros empleados, Jeff, se acercó hasta mí con una mirada divertida en su rostro. Su mirada viajó hasta la desfalleciente Cynthia.

- ¿Has decido darle la oportunidad hoy? –Carcajeé mientras subíamos las escaleras y entrábamos a una parte del lugar. Mi cabeza, claramente con instinto propio, escogió ese momento para destellar una imagen de Charlotte en mi mente, haciéndome tropezar levemente. Cameron rió.

Observando hacia la puerta detrás de nosotros, encontramos a Cole sentado en frente a una de las pantallas de los ordenadores. Ni siquiera dio la vuelta a su silla.

- Os ha tomado bastante tiempo. –Dijo, sus ojos únicamente enfocados en lo que estaba Actualmente trabajando. – ¿Habéis tenido una fiesta de té camino aquí? ¿Me he perdido de algo importante?

Cameron y yo nos miramos el uno al otro.

- Podrías decir eso, si. –Cameron respondió, carcajeando. Mi mente volvió al rostro de Charlotte pero lo envié a uno de los rincones de mi mente y reí.

- No te preocupes, hombre. –Dije, dejándome caer en una silla y colocando mis pies en la mesa frente a mí. –No te has perdido de nada.

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Resubido para aquellas a las que no os salía ;)

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