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Ya habían pasado dos meses desde aquel conflicto, la vida de la pareja había vuelto a la normalidad tras hacer las paces. Ese día tocaba el día del baño para sus bebés de cinco meses, debían estar constantemente limpiándolos por la arena que circundaba en sandtown, y no podían hacerlo tan tarde porque después de las cinco, la temperatura decaía rápidamente.

Ambos pequeños jugaban en la bañera que con tanta amabilidad uno de los aldeanos les había regalado tiempo atrás, tenían agua tibia pero por el rato se estaba enfriando, y por eso, Blard se había ido a buscar más agua caliente. Entretanto, Geno lavaba a sus mellizos, enjabonando sus huesitos mientras ambos jugaban con sus juguetes de plástico.

— Va llegando un balde de agua caliente.

— Con cuidado, papá oso, te puedes caer.

— ¿Papá oso? —Preguntó divertido— Es una divertida forma de decirlo. 

Ambos rieron, y los niños al ver a su padre balbucearon alegres, mucho más Moka que se notaba el mayor apego a su padre.

Con cuidado el mayor puso el agua nueva mientras Geno empezaba a quitarles el jabón, hasta que tras otro par de minutos, los dos grandulones ya estaban en la cama siendo secados por ambos padres.

Blard de vez en cuando se quedaba con Rai para que no crearan apegos difíciles de arreglar, podían crear una dependencia a solo uno de sus progenitores y podría ocasionar problemas, así que tomaban las precauciones de no quedarse tanto tiempo con solo un niño a la hora de los cuidados y juegos.

Después de vaciar la bañera y secarla, Blard volvió para cuando ambos niños estaban vestidos, tocaba la hora del biberón así que tomó a Moka quien gustosa de ser alimentada tomó con sus manitas el aparato para tomar sin problema. Rai siempre era el que hacía problemas, pero Geno ya conocía bien las mañas de su hijo, y le daba un juguete que le había provocado apego, un dinosaurio de juguete. 

— Stave le atinó en darle un dinosaurio a Rai, se encariñó muy rápido.

— Stave es muy sabio con los niños, aunque no lo acepte. —Respondió Geno.

— No creo que sea la palabra "sabio" indicada, yo creo que es innato, solo tiene nervios.

— Sobre los nervios, lo sabemos de sobra, Blard. —Bromeó— Pero cuando le toque cuidar a nuestros retoños, verá que no le irá tan mal y querrá tener niños.

— Los querrá, pero no inmediatamente. 

— ¿Qué dices? —Geno indicó a Rai, quien tomaba con sus ojos bien abiertos su biberón— Yo si mirara a esta ternurita, sería imposible no querer uno propio.

Blard rió bajo, pues Moka ya se estaba durmiendo.

— Estoy de acuerdo, aunque nuestros hijos son adorables porque su madre lo es.

— No soy adorable... El papá lo es.

— ¿Adorable?

— Mh... Y guapo.

El mayor ensanchó su sonrisa, algo adulado, y besó los labios de su pareja sonrojada, quien correspondió con la misma sonrisa.


Tiempo | BlenoWhere stories live. Discover now