Irreconocible es la belleza para el ser sin convicción
Pues compara y no aprecia lo que tiene alrededor.
Se niega la verdad e idolatra la ilusión
Opta por lo usual que por lo prometedor
En el trayecto de su breve vida
Persigue el espejismo de la perfección
Apresurando el paso se le olvida
Que ha omitido la armonía y diversión
Obsesionado en seguir el camino de los demás
Acostumbra a olvidar lo que su ser anhela de verdad
Asesina su deseo y se encarga de no voltear jamás
Camina muerto en vida pretendiendo felicidad.
Cumple con la lista de lo que es una vida ejemplar
Atesora momentos que no sabe si quiso en realidad
Logra lo que se propone, pero rechaza ser singular
Tiene tanto miedo al desprecio de la humanidad
Que deleite sería verlo darse permiso de ser real
Aunque fuese un instante valdría la pena su estar
Pues que haya hecho de su vida una obra teatral
No le otorga premio ni audiencia que lo vayan a alabar
Andando siempre se llega a cualquier parte
Si el último destino para todos es igual
Por que hacer de tu viaje algo replicante
Todo es mejor cuando no es habitual
No rindas cuentas de tus actos
Nadie comprenderá tu percepción
Rompe y crea nuevos pactos
Sin remordimientos ni preocupación.