1 mes después...

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El enfado de Ray con este día era máximo, llegó a su casa y tiro la maleta en su cama bastante fastidiado, aun tenía los chocolates que Emma le había regalado en la mano y decidió tirarlos a la basura, cuando se acercó al bote de basura de su cuarto y los iba a dejar caer, su mano se aferró con fuerza a aquella caja.

—¡Maldita Emma! — Grito con desesperó mientras se sentaba en la cama, abrió la caja de chocolates y lo vio en forma de corazón, estaba en trozos pequeños, Ray mordió su labio inferior al ver la analogía, Emma le había intentado entregar su corazón y él se lo había roto.

Tomó un trozo de aquel chocolate y lo metió en su boca saboreando el chocolate lentamente, al contario de lo que pensó, el chocolate no estaba dulce, era chocolate amargo con almendras.

—Esta delicioso — admitió bajando la mirada, terminó de comerse el chocolate y luego se recostó en su cama pensando en lo que había pensado hoy.

Mas tarde oyó la voz de su mamá llamándolo a cenar, bajo lentamente y se sentó en el comedor, su padre ya estaba allí, él lo vio llegar con una sonrisa, y luego su madre trajo la cena, en total silencio empezaron a comer, Isabella lo observó y codeó levemente a su esposo quien asintió levemente.

—Ray — le llamó, Ray alzó su mirada por fin — ¿Sucedió algo hoy? — Ray se maldijo por dentro ya que había sido muy obvio en su actitud, su mirada fue a parar a su madre quien le sonrió, como si quisiera darle la confianza para hablar del tema.

—Hoy me dieron unos love choco — Ray jugó con la comida con su tenedor, tratando de no observar a ninguno de sus progenitores.

—¿Eso es malo? — Cuestionó Isabella, Ray asintió levemente.

—Me los dio Emma — Ambos adultos se sorprendieron por eso, pero Isabella sonrió después.

—Eso es una gran noticia — Dijo ella mientras Ray la volvió a mirar con fastidio — Emma es una chica muy buena —

—¿Cuál es el problema? — Leslie le alentó a seguir hablando, Ray suspiró.

—A Norman le gusta Emma desde que estábamos pequeños — Empezó a relatar Ray — Desde que éramos niños me lo dijo, incluso se le nota mucho que la amaba y siempre creí que ellos terminarían juntos, ahora que Emma ha hecho esto, no puedo simplemente decirle que si y traicionar a mi amigo — Leslie e Isabella se vieron a los ojos, al parecer Ray tenía un dilema grande dentro de sí.

—O sea que la rechazaste — concluyó la pelinegra.

—Me dijo que lo pensará, pero...—

—Entiendo — Leslie le sonrió de nuevo — Es una difícil decisión y alguien terminará lastimado—

—Exacto — Ray se alegro que le haya entendido.

—Lo único que te puedo decir es que debes olvidarte de Norman —Ray lo observó confundido en ese momento — Y tener muy en claro en lo que sientes por Emma —

Ray no pudo responder nada, era injusto que su padre le dijera que se olvidará de su amigo, Norman prácticamente era su hermano, él lo quería bastante y no quería lastimarlo, odiaría perder su amistad por una mujer.

Esa noche Ray casi no pudo dormir por estar pensando en las palabras de su padre, pero por más que lo intentará, no podía olvidarse de los sentimientos de Norman, solo se imaginaba a Norman con sus cejas fruncidas, odiándolo y le dolía el corazón, por eso trató de pensar en Emma, y cuando recordó su tristeza, su corazón le dolía más, cuando Emma se fue de la azotea se sintió muy extraño, casi como si su alma se hubiera salido de su cuerpo, empezó a odiarse así mismo por haberla lastimado y haberle hablado tan feo cuando ella trataba de abrirle su corazón.

Que sea un secretoWhere stories live. Discover now