Por lo que no le quedaba de otra que acceder, salir de su zona de confort y tener que relacionarse.

Max caminaba sin mucha energía, levantarse temprano aun era un reto para el sin contar el ejercicio que hacia el desde su departamento hasta la escuela (unos 15 minutos). Pero sin previo aviso un choque de hombros con otra persona hizo que un audífono caiga de su oreja y se detenga.

—Tch... —soltó por lo bajo.

—L-Lo s-siento .—dijo una voz nerviosa pero suave a su costado, por lo que desvió su miara hacia la otra persona encontrándose con el chico con la cual había chocado.

El chico con corte de coco abrió sus ojos en sorpresa cuando se fijo detalladamente en el moreno y en sus facciones, con una mirada en silencio lo observo como si fuera algo nuevo que nunca había visto, o bueno, así lo percibió Max.

El moreno solo soltó un pequeño gruñido y siguió su camino hacia la entrada de la escuela ignorando todo de nuevo.

El chico pelinegro reacciono tarde, y cuando se dio cuenta el moreno ya estaba lejos. "Tal vez fui grosero", pensó y corrió en la dirección del moreno para poder disculparse, que era bastante rápido para su aparente figura floja. 

Max por su parte seguía caminando a su nuevo salón luego de haber recibido instrucciones de la sala de profesores.

Departamento de moda... ¿Eh? —inspeccionando adentro del aula, estudiantes aquí y allá bromeando y divirtiéndose, ¿Y él? solo quería volver a su cama con el señor Mostacho. Pero mientras seguirá con el trato de sus padres y asistirá a la escuela.

Max se apoyó en la pared del salón y espero a que el maestro llegara.

Y por su parte Daniel que al final consiguió alcanzar al moreno, pudo notar que irían al mismo apartamento, lo cual le alegro, así podía disculparse con el moreno. Se acerco a él y le iba a hablar de no ser porque llego el profesor.

—¡Silencio! Hoy tenemos a dos alumnos nuevos con nosotros.

El moreno se guardo sus audífonos y entro al salón.

Daniel lo siguió por detrás en silencio y se paro al lado de Max ante la atenta mirada de toda la clase. Reuniendo la valentía suficiente y hablo antes de que el moreno decir algo.

—Soy Park Daniel, —Se presento. —por favor trátenme bien.

Todos los estudiantes estaban anonadados con su apariencia.

El moreno que hasta ahora tenia deseos de saltar por una ventana y mandar todo por un tubo, se mantuvo con una cara tranquila (pero en su interior era un torbellino) en su lugar sin importarle las miradas sobre el otro chico nuevo por sus presencias y se presento: —Max Demian, un placer. —dijo con una su voz ronca y franca.

"OMG" "Perfectos" "¿1.80? ¿1.82?" "Bien parecidos" Murmullos por partes de las chicas.

Los que estaban embelesados viéndolos.

—Por favor tomen un asiento. —pidió el profesor.

Los que estaban alerta...

Max chasqueo la lengua desinteresado.

Y...

Max diviso un asiento libre al lado de un chico rubio con flequillo que le tapaba sus ojos, por lo que en silencio camino hasta llegar al asiento, dejo su mochila en la mesa y acostó sus brazos en esta como almohada, pero discretamente volvió a po...

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Max diviso un asiento libre al lado de un chico rubio con flequillo que le tapaba sus ojos, por lo que en silencio camino hasta llegar al asiento, dejo su mochila en la mesa y acostó sus brazos en esta como almohada, pero discretamente volvió a ponerse los audífonos sin que nadie se diera cuenta.

Daniel por su lado que se encontraba nervioso por dentro busco un asiento libre. Al encontrarlo camino mientras pensaba como le fue el año pasado "Fue terrible" pensó "Pero debo de ser positivo. ¡Sonrisa grande!"

Sonrió lo mas natural que pudo hacia su compañero de asiento. —¿Hola?

¿Irónico giro del destino?

Si ese fuera el caso, no era realmente grato para Daniel. Encontrándose con el matón que lo golpeo en su otro cuerpo que ahora seria su compañero de departamento era una gran sorpresa para el "¡Un desastre desde el primer día!"

Por otra parte había alguien que no se quedaría quieta con semejantes bellezas delante de ella.

—Oye, —Llamo la chica por lo que Daniel volteo a verla. —¿Daniel? ¡Hola! Soy Zoey. —La chica confiaba en su encanto y ante la mirada de las demás chicas del salón, comenzó a coquetear con Daniel.

Y Daniel no teniendo mucha experiencia con las chicas en este nuevo cuerpo, se alegro por haber recibido un alago se una chica por primera vez en su vida. (?)

—¡Hey! Zoey, —la voz de Zack hizo presencia. —Deja de molestar y vuelve a tu asiento, tu piar es molesto.

—¡Oh Zack! Acaso no eres aterrador, ¿Qué dices? —Zoey ya lo estaba ahorcando en su mente. —¡Maldito bastardo!

Y en eso Zack también se unió a la campaña de ahorcar gente en ese triangulo (¿Cuadrado? ¿Pentágono?) de personas (Incluyendo Max, no sabia a quien ahorcar pero sabia que quería hacerlo).

¡La hora del almuerzo llego!

Max quien se había recargado en sus brazos para dormir la mayor parte del tiempo desde que se sentó, se despertó al instante cuando oyó la palabra 'almuerzo' y se levanto de su asiento sin importarle que tenia un pequeño hilo de baba saliendo de su boca para dirigirse a la cafetería de la escuela para comer algo, su cuerpo necesitaba café ya que en la mañana no pudo terminarse su taza.

Pero cuando iba a dar un paso fuera del salón fue detenido del brazo repentinamente haciéndolo quedarse quieto por instinto, miro por encima de su hombro viendo a la persona que lo había hecho detenerse, era la otra trasferencia. ¿Qué quería de el?, porque si ya lo detuvo, ¿Por qué seguía sostenido su brazo?

—E-Eh .—Daniel tampoco estaba seguro de lo que estaba haciendo.

Daniel había esperado la hora del almuerzo para disculparse con el moreno, por lo que cuando lo vio irse su cuerpo se movió de inmediato deteniéndolo antes de que se fuera y ante la mirada de los que aun seguían en el salón veían la escena esperando que podía ocurrir.

—Suéltame, —ordeno con su voz profunda Max y Daniel obedeció, —¿Qué quieres? — soltó sin rodeos, podía oír el café instantáneo de la maquina expendedora llamándolo desde lo lejos.

—Y-Yo... quería disculparme contigo. —dijo por fin.

Max cabeceo en respuesta confundido, ¿De qué habla este tipo? No lo sabia pero tampoco le importaba, solo quería su café inmediatamente. —...Esta bien.

Con eso el animo de Daniel subió. "¡Que amable!"

¿Podemos comer juntos? —pregunto esperanzado.

Max se tranquilizaba lo más que podía en su interior. Solo asintió ante la pregunta y emprendió camino a la cafetería con un Daniel feliz siguiéndolo "¡Que bien! ¡Hice un amigo!"

Si tan solo supiera...

Gangsta ¦ LookismWhere stories live. Discover now