Yo pase mis brazos por su cintura y lo acerque a mí, comenzando a besarlo.

—Te extrañé tanto— susurré mientras hundía mi cara en su cuello.

—Cada segundo de mi existencia lo hacía— me dijo mientras me apretaba más fuerte.

—¿Por qué no me buscaste? — susurré — Dieciocho años pensando que ya no estabas en este mundo...— dejé la frase sin terminar.

—Lo hice, meses después que yo pensé que ya estaba seguro, busqué información de ti, pero... tu ya estabas casado y con una esposa embarazada— me dijo mientras sentí sus lagrimas humedecer mi pecho.

—No es mi hija, nunca he tocado la he tocado, te he sido fiel desde la ultima vez que estuve tan dentro de ti— mi comentario lo hizo ponerse muy rojo, yo quería reír, siempre tan inocente.

—No digas eso— susurro mientras dio un leve golpe a mi pecho.

—¿Qué? Es la verdad, ¿a poco piensas que los gemelos están por obra del espíritu santo? Recuerdo las veces que lo hicimos antes de que quedaras embarazado, joder, ¿Recuerdas esa ves en el auto a la orilla del lago? Creo que ahí se hicieron los gemelos, estabas muy ca...—

—Ya Austin— su cara estaba muy roja, por lo que considere parar.

Lo abrace, temiendo que fuera un sueño y se marchara en cuanto despertara, quedándonos así, unos minutos en silencio.

—En serio ¿Nunca la has tocado? — susurro.

—No, en una ocasión, me puso ebrio y trato de que la tocara, pero tu estabas tan presente, que solo le vomite encima, se enojo y desde entonces me cuido mucho cuando bebo—

—Damen me dijo que la conociste en California ¿Eso es cierto? — pregunto.

—Sí, en una cafetería, al parecer ella de pequeña dice que fue conmigo a la primaria por tres o cuatro años, después se mudo y hasta ese momento me reconoció—

—Eso es estúpido, un niño en la edad que pudiste tener, cambia muchísimo a la edad en la que la conociste, o es demasiado imbécil o te dejaste engañar— dijo lo último más pequeño.

—Uhm, la primera me suena mejor— trate de bromear, pero él estaba demasiado serio.

—¿No la reconoces? — dijo finalmente luego de unos minutos de silencio.

—¿Qué quieres decir con eso? —

—¿De verdad Austin? — separo su rostro un poco más de su pecho y me miro a los ojos —A pesar de que ya cambio esos grandes correctores dentales, sus gruesos lentes, su sentido de la moda y su desquiciado cabello, bueno, cambio totalmente, pero ¿en serio? ¿No se te hace conocida? — enarque una ceja.

—Parece que me estas describiendo a la chica que andaba detrás de mi todo el tiempo en la universidad— me miro fijamente mientras enarcaba una de sus hermosas cejas.

—Es ella Austin— me levante rápidamente de la cama, quedando así yo de pie y Dominik aún recostado.

—Dime que estas bromeando— dije, mientras comenzaba a buscar mi celular con la vista, si era ella, esto era muy grave, su abuelo fue el que trato de darle dinero a Dominik para alejarlo de mí, incluso lo amenazó.

—No, según lo que descubrió Damen hace unas semanas, fue que su abuelo te necesita, es por eso que recientemente se esta adentrando al mundo de la política, según conversaciones que Damen encontró, quiere que seas el presidente de estados unidos, luego te iba a manipular, no sé con que para sus planes, nunca mencionaba sus planes, y ya sabes que ese viejo no es tan fan de la tecnología, por eso Damen no pudo conseguir mucho— tome mi celular en las manos y escribía un mensaje rápido a mi abogado.

Hacker I & II +21Where stories live. Discover now