10. La acogedora sala de castigo.

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Solté el aire que estuve reteniendo. Sin embargo, retuve el aire nuevamente al ver al chico que ocupaba el puesto junto al que disponia sentarme.

Bradley Forest, el eterno amor platónico de Marie, es un chico del grado de los repitentes. Mi queridisima amiga esta completamente obsesionada con ese pobre pobre chico. Lo sabe exactamente TODO de el, desde cuando nació hasta lo que tiene de fondo de pantalla en su computadora. Es un chico que viene de latinoamerica pero según lo que nos ha contado Marie su familia es originaria de Estados Unidos y por eso tiene nombre ingles (ni idea de como sabe eso). El chico es bastante lindo para decir verdad, tiene la tez blanca pero con un leve bronceado natural, unos ojos color miel y su cabello café con algunos mechones mas claros y lo hace derretir a mi amiga son sus hermosos rulos.

—Skyle —me llamo el profesor sacándome del trance en el cual me encontraba—. Anda y siéntate.

Maldeci en voz baja.

Bien Skyler, estas llamando la atención, se burlo mi conciencia.

Tome la capucha de mi sudadera mi me la puse sobre la cabeza. Cuando llegue al lugar me di cuenta que el chico se había cambiado de asiento y ahora me tocaba a mi el que estaba junto la pared.

Maldeci nuevamente mientras miraba al chico.

—Skyler —volvió a hablar el profesor nuevamente, esta vez con un tono de advertencia.

Suspire.

— ¿Me... me darías permiso? —le pregunte después de aclarar mi garganta que acababa de secarse.

Escuche algunas carcajadas a mis espaldas, las que aumentaron mi nerviosismo.

El castaño me regalo una sonrisa burlona y movió su silla dejándome un diminuto espacio para que yo pudiera pasar.

Una vez me senté rápidamente busque mis audífonos y mi celular. Mire la hora y eran las 8:30. Puse la primera canción que encontré. Cruce mis brazos sobre mi mochila y oculte mi cabeza entre estos.

Solté un suspiro de alivio.

Comencé a divagar en mis recuerdos y pensamientos. Recuerdos de las tardes de cocina con mi madre, de los días de picnic, de las vacaciones y del día que nos informaron del accidente de mi madre.

Faltaban solo 5 días para el aniversario de su muerte. Y tan solo 8 días para el casamiento de padre.

Como puede llegar a cambiar la vida de una persona en solo 3 años. De mi vida anterior ya que queda poco, lo único que conservo es a mi padre, a mi hermano y a Daniela, lo demás de fue desvaneciendo con el tiempo.

Mis ojos comenzaron a arder. Sin embargo, no le tome importancia, seguía ocultado mi cabeza tal como me gustaría ocuparme del mundo. Desaparecer por un par de minutos, horas, días , años, los que fueran suficientes para olvidar todo.

Sentí como alguien toca mi hombro. No le tome importancia y seguí sumida en mis pensamientos, en mis malditos recuerdos

Pasaron unos segundos y volvieron a tocar mis hombros. Enojada, saque mis audífonos de un tirón.

Una vez me fije que la sala seguía intacta, gire mi cabeza y me encontré con Bradley que me miraba curioso.

— ¿Que? —le pregunte con un tono tajante y algo ronca.

—Whou, que humor —dijo, levantando los brazos —. Te veías mas pacifica cuando estabas parada ahí adelante sin dejar de mirarme -comento esta vez con un tono mas jugeton.

¡Que vergüenza! Sentí como los colores comenzaron a subirse a mi cara. Gire mi cabeza en busca de escapatoria. Sin embargo, no había tal.

—¿Que quieres? ¿Por que tocaste mi hombro? —le pregunte, mirando sus ojos nuevamente.

RechazadosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt