Les contaré una historia. Cuando entré a la secundaria era una persona despreocupada, me gustaba trabajar y era demasiado responsable. Conocí a un chico de mi clase llamado Frank, era apuesto, gracioso pero demasiado desesperante. El tenía un grupo de amigos que también iban en nuestro curso y ellos me hacían burla por mi cuerpo. Yo me desanimé un poco pues sí dolían sus comentarios, pero después llegaba Frank a decirle a todo el curso que nadie se me acercara porque yo era su novio, yo reía y le seguía el juego. No le tomaba importancia pero con el tiempo me di cuenta de que Frank se había convertido en mi "Crush". Entramos a segundo y nos alejamos un poco y nos dejamos de hablar. De vez en cuando teníamos una que otra conversación pero ya nada era como antes. Lo que acabó conmigo fue aquel día que me pidió que me pusiera su hoddie, yo algo extrañado acepté y me lo puse, era rojo, mi color favorito y olía demasiado a él. Cuando me lo puse lo miré con una sonrisa y sus amigos empezaron a gritarle "Frank, creo que ahora tu hoddie parece vestido", "¿Qué haces a un lado de ese barril, Frank?", "Que asco". Eso acabó conmigo y me causó una especie de trauma a tal punto de que dejé de comer y me descuidé demasiado todo segundo año.
Ahora para entrar a tercero soy alguien distinto, pinté mi pelo de color rojo y admito que me gusta, Mikey (mi hermano) me dijo que me había puesto muy guapo y que con esto iba a tener a Frank y a cualquiera a mis pies.
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(Así se tienen que imaginar a gee)
En cambio mi madre estaba un poco decepcionada porque en vacaciones 3 veces me puse mal y estuve en el hospital por descuidarme. Pero eso ya pasó, me gusta mi apariencia y me da emoción entrar a mi último año de secundaria ya que esos tipos que me molestaban de cambiaron de colegio. Mañana empezaré mi primer día de último año y voy a verlo. Voy a ver a Frank.
