17.- Prisión.

4.5K 389 113
                                    

The Birds and the Bees - Jungle fire, Angélica María.

***

Han pasado algunos días desde que Matías hablo con Lorain y ella no ha dado señales de vida.

Diganme paranoica o insegura, pero no confío en esa mujer.

Necesito saber si esta planeando algo. Sí es así, no lo sé, tal vez pueda hacer algo.

Lo admito, Matías me gusta.

Yo lo creía un millonario cualquiera, creído y mamón, pero ahora lo conozco y puedo asegurar que esas dos palabras no lo definen ni un poco. Matías es bueno, humilde, atento, compasivo y muy empático, con las personas en general, no solo conmigo.

Y la idea de perderlo no me agrada mucho.

Así que tomando medidas en el asunto y siendo pues... Lesly, he ideado un plan para descubrir el plan de Lorain.

***

-¿Quieres entrar a su casa? ¿Estás loca? -Iván luce preocupado.

-No estoy loca. Es con buenos fines, es necesario hacerlo.

-¿Por qué no solo hablas con Matías y le explicas sobre tu inseguridad?

-No.

-Lesly...

-No eres mi papá, eres mi amigo. No me des consejos sobre lo que esta bien o mal. ¿Me ayudarás o no?

-Te ayude o no, igual lo harás, ¿cierto?

-Cien por ciento

-Entonces te ayudo. -bufa.

-Eres un buen amigo. -aprieto su mejilla y se queja.

-Si vamos a prisión por allanamiento de morada, tendrá que sacarnos tu Sol. -dice con burla.

Mala idea decirle como le digo a Matías. Ojalá nunca escuche que él me llama Patito o seré su burla permanente.

***

-Ten cuidado con la panza. -susurra.

-Eso hago. -susurro.

Estamos detrás de unos arbustos frente a la casa de Lorain esperando a que salga para entrar. Recuerdo su dirección de la vez que vinimos a su fiesta.

-Mira, Lesly, por fin va a salir. -susurra Iván.

-Entremos por atrás.

Vemos como Lorain se marcha en su auto y corremos a su jardín.

-Dejo la puerta del patio abierta, entra, rápido. -le digo a Iván haciendo señas.

Iván entra a toda velocidad y yo voy tras él.

Una vez estamos adentro de la casa comienza a reír sin parar.

-¿De qué te ríes menso?

-Corres muy gracioso con esa panzota.

Matías Fischer ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora