Guerra de Capitanes (Editando)

"Primeros partidos y Orangutanes mutantes"

Termine de ponerme el equipo y comencé a peinarme el cabello con las manos

-¡Ooh, esa pierna de piel humeante! ¡Tú dices que quieres entrar en mi Mercedes! ¡OK tu úsame...!

Corrí hacia afuera rápidamente, dejándolas en mi habitación, ellas al salir me miraron divertidas

-¡Úsame!- Grité cantando y todas rieron.

-¡Al partido, al partido! –Comenzó a cantar Kim y todas la seguimos haciendo palmas -¡Hoy ganaremos! ¡Seremos las mejores!

-¡Si, si, WOHO! –Contestamos mientras observaba como muchas chicas se volteaban a vernos.

-¡Seattle Bulls mujeres ganaremos!- Cantó Mora mientras llegábamos a la planta baja.

-¡Oh si, oh sí! –Contestamos nuevamente

Seguimos cantando cosas sin sentido mientras caminábamos a los vestuarios. Cuando entramos comenzamos a discutir las jugadas para tener bien definido que hacer y para no equivocarnos.

La puerta fue golpeada y después de un par de miradas curiosas gritamos “Pase”.

El entrenador de los chicos entro tapándose los ojos con una libreta.

-¿Están todas vestidas?- Preguntó.

-Sí- Contesté y el dejo de taparse para darnos una larga mirada.

-Bien, después de que me hayan atado dentro de la celda de pelotas entiendo que lo suyo es serio… Las ayudaré en todos los partidos, pero no a entrenar, ya tengo demasiado con los chicos.

Sonreímos festejando ya que convencer al entrenador para que sea NUESTRO “entrenador” había sido algo complicado. Y les explicaré, por si no entienden, que sin un entrenador no podíamos entrar en el campeonato estudiantil de Fútbol Americano Femenino.

-¿Ya tienen la jugada?- Preguntó y después de asentir proseguimos a contarle.

-… Bueno, no tendrán problemas… Es una buena jugada.

La puerta volvió a abrirse para mostrarnos a un hombre de mediana edad.

-El partido comenzará en minutos, vayan preparándose.

**

Nos colocamos en fila en la puerta para ir al campo y cuando nos informaron salí fuera. Me chocó el fuerte sol que no había tenido mejor día para estar TAN caliente pero al menos tenía el casco en mi mano lo que me iba a ayudar a no morir de insolación.

Una vez que llegamos al campo observe al otro equipo. Tenían nuestra misma contextura física pero a diferencia de nosotras la mayoría tenían rostros de no haber dormido en años.

Las salude y ellas me respondieron con unas feas muecas. Miré a las chicas y estas las fulminaban con la mirada.

-¿Qué sucede? –Le pregunté a Mora que parecía estar divertida por la escena.

-Es el equipo contrario, tarada… No nos llevamos bien con nuestra contra.- Contestó.- ¿Has visto nuestras gradas?

Como no lo había hecho miré a mi derecha notando que muy pocas personas se encontraban en ellas. Luego note un grupo de chicas que nos miraban intensamente pero le quité importancia y me acerqué a nuestro entrenador que conversaba con el entrenador del otro equipo.

-Bien, hagamos esto rápido- Comentó nuestro entrenador- Cara –Me señalo- Cruz- Señaló a la otra capitana que me miraba MUY mal.

Ambas asentimos y el otro entrenador tiro una moneda en el aire, al agarrarla hizo una mueca. Nuestro entrenador sonrió.