Capítulo 2

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¿Cómo pudo decirle su nombre? Kate, ¿en qué narices estabas pensando? Vale, es su escritor favorito y es famoso pero eso no significa que tenga que darle su identidad. Ava pide la atención de su madre, ya ha terminado de hacer pipí.

- Muy bien cariño, ahora vamos a lavarnos las manos.- ambas se complementan, la pequeña intenta hacerlo por ella misma como su mami le ha enseñado. Ya casi es la hora de cenar, Kate le pone un rato los dibujos para que así pueda preparar la cena.

- Mami, ¿quién era el hombre del parque?- Juntas cenan con la televisión apagada y la música de fondo, es algo de ellas.

- ¿Te acuerdas de que mami fue el otro día a comprar unos libros?- Ava asiente mientras se lleva un trozo de patata a la boca.- Pues el hombre es el que ha escrito esos libros.

- ¿Va a ser tu amigo?- Esa pregunta provoca una carcajada en Kate, limpia el ketchup de la cara de su hija, no se imagina una vida sin ella.

- ¿Tú quieres que lo sea?- Ava encoge los hombros, cuando Kate termina de recoger la cocina decide bañarse con su pequeña, ésta no tarda nada en quedarse dormida.

Unos días más tarde...

Castle se sirve una copa de vino mientras prepara la cena para su madre y para él.

- Hola querido, ¿has vuelto a hablar con Kyra?

- No, el horario europeo es muy distinto al nuestro, le mando mensajes.- Kyra se ha marchado a Europa unas semanas por cuestiones de trabajo, Rick, sin embargo, no ha pensado en ella desde que volvió del parque.

- Richard, ¿estás bien? Te noto como ausente.- su hijo sonríe, ambos se sientan a cenar.

- Hace unos días conocí a alguien.

- ¿Ah sí? ¿Y a quién?- Castle no entiende el por qué de su sonrisa, sólo la vio una vez pero algo se encendió en su interior.

- Una mujer, una admiradora.

- No será otra fan loca, ¿verdad?- Las burradas de su madre no tienen fin, se sirven un poco de vino.

- Puedo asegurarte que no era cómo las demás.

- Pero sí la acababas de conocer, ¿cómo estás tan seguro?- Buena pregunta, todavía espera esa llamada, aunque ahora que lo piensa, él es un desconocido.

- No puedo explicarlo madre, pero sé que es distinta a las demás.- en ese momento su móvil comienza a sonar, número oculto, Rick se levanta para contestar.

- ¿Diga?

- ¿Señor Castle? No sé si me recordarás, soy Kat..

- Katherine Beckett.- termina él la frase, al darse cuenta de la cara de estúpido que ha puesto se mete en su habitación.- ¿A qué se debe esta llamada?

- Lo he estado pensando, me gustaría mucho que me firmases los libros.

- ¡No hay problema! Dígame lugar, día y hora y allí estaré.- Kate lo medita durante unos segundos, lo mejor para todos es que se vean en un sitio público.

- Conozco una cafetería muy buena que tiene un parque infantil, así mi hija estará entretenida.- la idea de volver a verla emociona al escritor, no quiere quitarse de la cabeza esos precioso ojos verdes.- Mañana a las once, ¿le viene bien?

- Perfecto, hasta mañana Katherine.

- Adiós Señor Castle.- el escritor saca el guitar hero, esto se merece una buena canción. Cuando termina se da una ducha y se mete a la cama; quiere que el tiempo se pase rápido.

En el apartamento de Beckett...

Ya está, lo has hecho. Has quedado con tu escritor favorito piensa Kate. Ava duerme plácidamente en el sofá, Kate la lleva a su cama.

- Buenas noches mi vida.- Beckett aprovecha para terminar el papeleo acumulado que se ha llevado a casa. El rostro de Castle permanece en su cerebro, ¿por qué no puede dejar de pensar en él? Lo vio varias veces en firmas de libros pero en esas ocasiones era distinto, habían cientos de mujeres más.

Su ordenador emite un sonido, es un correo electrónico: " Por favor, no me trate de usted. Llámame Rick, buenas noches" Una sonrisa se forma en la cara de Kate, pero, ¿cómo ha conseguido su correo? Mañana se lo preguntará.

A la mañana siguiente...

La camarera se sonroja al ver entrar a un famoso escritor a su cafetería. Éste se sienta en una mesa apartada, observa a los niños que juegan en la piscina de bolas; hay un monitor que vigila.

- Disculpe, ¿es usted el escritor Richard Castle?- La dueña del establecimiento le pide un autógrafo y una foto, Rick accede con la condición de que las demás personas no molesten.

- ¡Rick!- es ella, Kate lleva unos pitillos oscuros, una camisa y una chaqueta vaquera ceñida a su cuerpo; agarrada a su mano está Ava, lleva unos pantalones azules y una camisa con el dibujo de un unicornio.

- Buenos días Katherine, ¡hola Ava!- Ésta sonríe con timidez, señala el parque con el dedo, Beckett le acompaña para quitarle los zapatos.

- ¿Hemos tardado mucho?

- Que va, acabo de llegar; ¿pedimos?- Casle levanta la mano, la camarera no tarda ni dos segundos, toma nota de un capuccino y otro con vainilla. Kate saca del bolso sus dos libros favoritos.

- Me encantaría que me firmases estos dos, me ayudaron mucho.- Rick abre la primera página, en los dos pone unas dedicatorias algo largas.

- No las leas hasta que no llegues a casa. Bueno Katherine, ¿quieres saber algo sobre mí?

- Pues sí, ¿cómo conseguiste mi correo?- Rick sonríe, eso provoca una sensación extraña en la inspectora.- ¿Qué te hace tanta gracia?

- Digamos que tengo mis contactos pero tranquila, si te molesta que lo tenga lo borro.

- No me molesta es sólo que, aunque seas famoso, no sé nada sobre ti. Sólo lo que dicen las revistas de cotilleo.

- ¡Vaya! ¿Y qué dicen esas revistas sobre mí?- Beckett encoge los hombros, la camarera vuelve con dos tazas de café y dos bollos.

- Pues muy poco, las fiestas a las que asistes, que te han detenido varias veces por escándalo público y que vives con tu novia.- eso último no es agradable para el escritor y Kate se ha dado cuenta.- Lo siento, supongo que no es de mi incumbencia.

- No, no es eso. Es que las cosas con mi novia no van muy bien. Está en Europa y no...no la llamo tanto como debería.

- ¿Ella te llama a ti?- Rápidamente se arrepiente de lo que acaba de hacer, le pega un buen sorbo al café, Castle, sin embargo, no se ha enfadado.

- No, no me llama. No hablemos de mi vida personal, ¿qué es lo qué realmente quieres saber sobre mi?- Beckett echa un vistazo a la cafetería, hay muchas personas.

- Creo que este no es el lugar más adecuado para conocerte mejor Rick.

- Cierto, ¿qué tal si os invito a mi casa a comer?- Kate casi escupe el café, se limpia con una servilleta.

- ¿Lo dices en serio?

- Claro, mi madre estará con nosotros; es un encanto.

- Rick...No te conozco.

- Precisamente, para eso quedamos. Por favor, no me rechazes.- los ojos azules le invanden por completo.

- Está bien, voy a recoger a Ava.

La fuerza del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora