La playa

685 40 2
                                    

Emmett se esmeró en la descripción de todo lo sucedido en el parque de diversiones, el detective Black, al principio creyó que era una locura, una coincidencia irreal, ¿Cómo era posible que un niño de ocho años tuviera a la bebé de los Cullen? Y lo más impresionante era que Emmett aseguraba que era Jacob.

Cuando por fin aceptó lo que Emmett le había dicho, esto después de haber pasado dos horas solo en su oficina analizando las palabras del oso Swan, su primera reacción fue llamar a su colega, el joven detective Sam Uley, para que él se encargara de localizar a Jacob. En su profesión, al igual que en algunas otras como la medicina, es poco ético trabajar en casos en los que los sentimientos se vean involucrados, y en esta ocasión los sentimientos del detective Black no solo estarían involucrados sino que también podrían llegar a complicar el caso y eso no solo lo perjudica a él sino a la joven pareja Cullen también.

Sam, sabiendo la importancia que ese caso tenía para Billy, su colega y amigo, se esmeró en su trabajo y a los pocos días ya tenía toda la información que pudo recabar sobre la ex esposa del detective y por desgracia, no era buena.

Billy supo al instante que Sam entró a su oficina que no le tenía buenas noticias, tomó a regañadientes el folder que Sam le daba, en el cual le tenía toda la información. Solo tuvo que leer una sola vez la dirección donde podría encontrar a su ex esposa para saber a dónde lo llevaría. Él ya había mandado a muchos clientes a esa dirección y nunca creyó que algún día sería su turno de encontrar a alguien allí.

Cuando Sam lo dejó solo, Billy tomó el teléfono e hizo una llamada para pedir un favor. Y se sorprendió al darse cuenta que ellos eran su primera y mejor opción para lo que necesitaba hacer.

-¿Diga?- dijo la voz al otro lado de la línea.

-Con la señora Bella Cullen, por favor- dijo el detective.

-Ella habla, ¿Quién es?

-Soy el detective Black, llamo para pedirle un favor a usted y su esposo- dijo él atropellando las palabras, no era un hombre que acostumbraba pedir ayuda pero esa vez necesitaba la fuerza que la joven pareja se daba uno a otro. En todos sus años como detective, nunca había conocido a una pareja que se apoyara tanto y que utilizara el dolor de una pérdida para fortalecerse y él en esos momentos necesitaba más que nunca de esa clase de fuerza.

Cuando Bella escuchó al detective supo de inmediato que eso no tenía que ver con Rennesmee, por lo menos en ese momento, nunca había escuchado al detective tan inseguro y suplicante. Con un movimiento de mano le pidió a Edward que se acercara, él curioso la obedeció y juntos escucharon a Billy.

-Lo escuchamos detective, ¿Qué nos quiere pedir?- dijo Bella.

-Me gustaría que me acompañaran a un lugar, es un asunto un tanto personal.

-Claro detective, ¿A dónde quiere que lo acompañemos?- dijo Edward. Billy trago nervioso y dijo.

-Al cementerio.

Bella y Edward se miraron, por un instante a ambos se les arrugó el corazón pensando en Rennesmee, pero como si sus mentes fueran la misma, recordaron que eso era un asunto de Billy, aunque se relajaron un poco no dejaron de sentirse tristes por el detective.

La joven pareja y el detective se reunieron en la entrada del cementerio una hora después, Black les explicó rápidamente lo que sucedía, ellos entendieron y aunque estaban algo incómodos harían lo que pudieran para apoyar a su ahora amigo. Con ayuda del encargado del cementerio localizaron rápidamente a la persona que buscaban.

El detective se acercó a la lápida de su esposa, Edward y Bella se quedaron unos pasos atrás, dando privacidad y a la vez apoyo. Black observó unos segundos la lápida, unas gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas y el arrepentimiento por lo no dicho lo abrumó, las rodillas no lo sostuvieron más y se dejó caer.

ObligadosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang