Capitulo 25

6.5K 548 30
                                    

CAPITULO 25

Louis le apretó las caderas, ahora apoderándose de todo su cuerpo. Lo cargó suavemente, sin esfuerzo alguno, para acostarlo sobre el diván. Lo desnudó. Amaba tanto hacerlo. Hacérselo a el. Quitarle la ropa con tanto deseo. Quitársela toda hasta verlo desnudo como hace unas horas. Era precioso. Y no podía dejar de admitir las enormes ganas que aún tenía por hacerlo llegar al orgasmo. Harry se encargó de bajarle los pantalones con los pies, rozando en incontables ocasiones el miembro de Louis. Erecto. Listo para el. Para hacerlo disfrutar. Se acostó sobre Harry.

- ¿Lo sientes? - preguntó él. Su miembro crecía cada vez más, a punto de explotar. Ver a Harry desnudo era mejor que cualquier otra cosa. Lo ponía. Erecto. Extasiado. Con ganas de más. Empezó a frotar su pene sobre su entrada, aún sin contacto interior. Harry relamió los labios.

- Sí, sí... - respondió el. - Más... - pidió el. Los ojos de Louis se llenaron de placer, lujuria pura. Eyacularía ahí mismo si no se metía de una buena vez dentro de su culo.

- ¿Más? - preguntó él, provocándolo.

- ¡Sí, más! - respondió Harry. A gritos. Él sonrió.

Te daré más.

Y eso fue lo siguiente que hizo. Lo embistió con fuerza. Con todas sus putas fuerzas, haciendo que el gritara del impacto.

- ¡Oh...! Sí...sí... - gimió. Él volvió a salir. Le estaba gustando. Mucho. Muchísimo. Perfecto. Eso nunca fallaba. Volvió a bombearlo con fuerza. Harry se agarró de su espalda. El pene de Louis estaba completamente dentro de el, que hasta a él le parecía difícil respirar. Lo escuchó gemir un par de veces más. 'Eso es muñeco, te gusta...te gusta lo sé...' el movimiento se hizo cada vez más rápido. Oh sí. Le gustaba. Lo agarró de los muslos y se concentró en su siguiente misión.

- Vamos a llegar esta vez, te lo prometo... - susurró él. Harry asintió, aún aturdido. Sintió como él le apretaba las nalgas metiéndose una vez más en su apretado culo.

- ¡Louis! - gritó ahora. Él se excitó aún más al escucharlo gritar su nombre. 'Llega nene...vamos, córrete... Córrete para mí'. Quería verlo llegar al orgasmo, gritando hasta que la voz se le pusiera ronca. Hasta que no sintiera su trasero.

- Eso es... vamos...córrete muñeco... - penetró su cuerpo, salía y entraba con tanta facilidad. Pronto él sería quién se correría. ¿Y Harry? Joder, lo necesitaba. Lo presionó más contra él. Mnh...sí, olía a lo lejos lo mojado que estaba allá adentro, su delicioso amante estaba a punto de correrse. De dárselo todo por fin. Una vez más. Lo embistió. El volvió a gritar, esta vez agitando las caderas para que él lo penetrara más y más. Todo con un buen ritmo, mientras él lo embestía, Harry levantaba las caderas.

Córrete.

El fino líquido de Harry le cubrió el abdomen. Todo. Se sintió liberado. Respiró con tranquilidad, mientras él bajaba la rapidez de sus embestidas.

- Oh Dios... - susurró el. A penas con un hilo de voz.

Y él...él solo se dedicó a abrazarlo. Lo apretó fuerte. Había llegado al orgasmo con el por fin. Involuntariamente le apartó los pequeños rulos de la frente y se la besó. Harry soltó un suspiro. Exhausto. Aquello se había sentido diferente. No sabía porque, pero no había sido un simple polvo más. No había follado a otro más esta vez. Se había sentido diferente. Se había sentido como si en esa historia solo importaran los dos. Solos. Y sin ninguna preocupación. Había sentido y escuchado cada gemido de el, cada palabra, cada respiración, cada caricia... aquella noche había sentido algo más. Nunca había llegado al orgasmo con un hombre de esa forma. Nunca lo había entregado todo como en esa noche. Nunca le había entregado todo a un hombre. A nadie. Y es que nunca había sentido esa necesidad de tener a alguien consigo todo el tiempo, porque nunca había sentido que necesitaba de una persona. Porque con el simple hecho de que Harry le dijera que quería irse con él, que con él se había sentido diferente...le había hecho reaccionar. Le habían dado unas inmensas ganas de decirle que él también quería que se fueran juntos, pasara lo que pasara, porque nunca permitiría que ningún imbécil lo tocara. Porque Harry era su chico. Porque Harry era su secuestrado. Suyo. Y porque esa noche, había hecho el amor con el. Y eso solo significa una cosa.

Una cosa que tenía que decírsela cuanto antes...

Secuestrado - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora