Un grito de ayuda

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Trento había llegado a la ciudad de Guadalajara, estaba más triste que contento, estaba contento porque siempre quiso conocer Guadalajara pero nunca lo trajeron porque sus Padres se llevaban solo a su hermana menor y a él lo dejaban solo en casa, y estaba triste por dejar a Collector allá en la capital, lo amaba bastante como para abandonarlo así, dejó sus cosas en casa de sus Padrinos por mientras. Fue al seminario para confirmar su inscripción.

Trento: Buenas tardes! Vengo a confirmar una inscripción.

El director del seminario lo vio y de inmediato lo reconoció.

Director: Tú eres Leonardo Trento?.

Trento: Si, lo soy.

Director: Bienvenido al seminario!.

Trento: Y cómo es esto? -preguntó confundido.

Director: Las actividades comienzan el jueves santo, ese día rezaremos durante la noche en el monasterio y el viernes santo tenemos más movimiento, aunque te tenemos una sorpresa.

Trento: Sorpresa de qué?.

Director: Tú como eres el más joven de aquí, y el más adecuado físicamente, tú tomarás la cruz durante el via crucis.

Trento: Yo voy a ser Jesús?.

Director: Así es! Tú usarás el vestuario de Jesús, tienes 3 días para ensayar.

Trento: Pe-pero no puedo ser Jesús! -dijo asustado.

Director: Pero por qué? Para eso te pedimos que estuvieras antes de la pascua.

Trento: Yo no quería venir aquí!.

Director: Por qué?! Si servir a Dios es maravilloso.

Trento: Pues si, pero a mi me obligaron a venir aquí disque por mala conducta -dijo desesperado.

Director: Calmate! Y espera aquí.

Trento se quedó esperando adentro de la oficina, lloraba amargamente porque se sentía solo, quería tener a Collector a su lado en ese momento, tomó su collar de cuarzo rosa y lo apretó con sus manos en señal de desesperación.

Trento: Collector! No sé que hacer aquí... Te extraño tanto -pensó mientras lloraba.

El director estaba fuera de la oficina platicando con alguien.

Director: Necesito que me ayudes con Leonardo, se siente confundido y triste, lo pude notar en sus ojos, como que a él no le gusta la idea de estar aquí.

La otra persona estaba escuchándolo, era un fraile franciscano que tenía una maestría en psicología.

Director: Ayudeme con esto, Fray Juan, usted que es psicólogo lo entenderá.

Fray Juan: No se preocupe, dejemelo a mi, usted puede irse tranquilo con los demás a hacer los preparativos.

El director se fue a revisar los preparativos dejando a Fray Juan con Trento.

El fraile abrió la puerta de la oficina y vio a Trento tirado en el suelo llorando.

Fray Juan: Eres Leonardo?

Trento: S-si -dijo entre sollozos.

Fray Juan: Me dijo el director que hablara contigo, soy psicólogo y quizás yo pueda ayudarte.

Trento: Cómo me puedes ayudar si yo quiero volver a la capital para estar con la persona que más quería -sollozó.

Fray Juan: Umm... Estás triste porque dejaste a alguien especial.

Trento: Si, lo extraño mucho.

Fray Juan: Me puedes decir de quién se trata?.

Trento: Pues... Es un chico que le decíamos Collector porque le gustan los videojuegos, los comics y las series animadas, nos la pasábamos muy bien juntos, en la prepa en la que estuve fue el único que me defendió y nos enamoramos al poco tiempo, él era mi salvador, nos hicimos novios y cuando le dije que me vendría para acá ambos nos sentimos tristes, no queríamos dejarnos, pero mis Papás me obligaron a venir para ser sacerdote, y yo no quiero serlo.

Trento lloró más.

Fray Juan: Tenías un novio que te protegía y quería, y no quieres dedicar tu vida al sacerdocio.

Trento: Yo... -sollozó.

Fray Juan: Por ahora, debes estar aquí para la semana santa, puedes dudar un año aquí y después puedes irte a la capital.

Trento: Pero mis Papás me matarían si renuncio al sacerdocio.

Fray Juan: No te preocupes, yo te voy a ayudar, pondremos de excusa irnos a las asambleas de la capital y aprovechando ese tiempo puedes ver a Collector, ya de lo demás yo me encargo.

Trento sonrió un poco.

Trento: Harías eso por mi?

Fray Juan: Claro! Yo te voy a apoyar, te daré a unos amigos muy especiales que me acompañaron cuando era más joven.

Fray Juan sacó de su baúl a tres muñecos, una muñeca, un ratoncito y una rana.

Fray Juan: Ella es Renata, le encanta el chocolate sólo no le des de más, este pequeñin es Timoteo, es muy sensible pero de buen corazón y esta rana se llama Leopoldo, es muy divertido y le gusta la música, estos tres amigos son tuyos ahora.

Trento: De verdad? Pero se ve que son muy valiosos para ti.

Fray Juan: Así es, ahora son tus amigos y les contarás historias, incluso les puedes contar sobre tu romance con Collector.

Trento: Son muy bonitos, bueno gracias.

Fray Juan: Puedes decirme Fray Juan, yo estaré aquí en este monasterio.

Trento: Gracias.

Fray Juan se fue de la oficina, Trento tomó a los tres muñecos y sonrió.

Trento: Les presentaré a Collector pronto, se los prometo.

El director entró a la oficina y mandó a hablar a Trento.

Director: Leonardo? Estás bien?.

Trento: Si.

Director: Estarás durmiendo en la habitación 13, te tocará dormir solo, debido a que quién dormía aquí antes, se fue a España, solo puedes ir con tus padrinos para recoger tus cosas.

Trento: Gracias!.

Director: Esos muñecos son de Fray Juan?.

Trento: Si, me los regaló.

Director: Que raro! Si eran sus favoritos.

Trento: Lo sé, pero me los dejó a mi porque necesitaba ser feliz.

Director: Está bien, ya está todo listo para ti, bajas a cenar a las 8, en todo ese tiempo puedes salir un rato o dormir un poco, aún es muy temprano.

Trento: Si, está bien.

Trento llamó a sus padrinos para que fueran a dejarle sus cosas al monasterio.

Trento: Gracias padrinos!.

Padrino: Cuando puedas visitarnos nos llamas.

Trento: Si claro.

Se fueron, Trento subió sus cosas a la habitación, solo llevaba una maleta  grande y una mochila en donde tenía sus libros y cosas para escribir o dibujar, en su habitación había una cama, una lámpara, un escritorio con su silla pegados a la ventanilla, tenía un armario y un baño único, le pareció muy arreglado.

Trento: Bueno... Me puedo acostumbrar a esto.

Trento se acostó un rato pensando como sería su vida ahora en adelante...

El Nerd ♥ Bully MagnetsWhere stories live. Discover now