Hermana Menor [Peter Parker]

One-shot

—Señor Stark...—Habló Peter, mientras que se agachaba.—le traje un regalo del día de los padres...—dejó las flores encima de la tumba de Tony.

Podría decirse que el chico, a sus diecisiete años, había ido a funerales durante toda su vida. Primero, estuvo el funeral de sus padres, luego, el de el tío Ben, y el más reciente fue el de Tony, hace apenas un año.

Peter apretó los puños mientras que se levantaba. No quería llorar. La última vez que Tony lo había visto llorar fue durante sus últimos momentos antes de que se convirtiera en polvo. No podía ni imaginarse el sufrimiento que había sentido Tony durante esos cinco años después de que Peter muriera, ¿sería la misma sensación que el chico estaba sintiendo? Se había dicho a sí mismo que había superado la muerte de su mentor, pero, si era sincero consigo mismo, nunca podría hacerlo completamente.

—¿Estás bien, Niño?—Volteó y vio a Carol, quien tenía una mano encima del hombro del chico y le sonreía de manera dulce.

Peter se pasó rápidamente la manga de su suéter por los ojos.

—S-Sí, señorita Danvers, no se preocupe.

—No tienes que mentirme, Peter Parker.—Dijo la mujer.—puede que yo no lo haya conocido muy bien, de lo cual me arrepiento, pero sé que de todos nosotros él era el más cercano a ti.

Peter sin poder evitarlo abrazó a la rubia y Carol le devolvió el abrazo. Durante ese año desde la muerte de Tony, mientras que intentaba adaptarse a la vida después de haber estado muerto durante cinco años, Carol se había vuelto como una mentora para Peter cuando él iba a misiones con lo que quedaba de los Avengers y hasta la ayudaba a buscar nuevos reclutas y formar un nuevo equipo junto con Bucky y Sam. Peter nunca se lo admitiría a la mujer, pero parte de él la veía como una figura materna.

—Mira, chico, tengo que irme...

—Ya sé, ya sé... la necesitan en otro planeta.

—No es eso, Thor me invitó a una cita.

Peter la vio con los ojos como platos, Carol esbozó una sonrisa.

—Lo sé, lo sé, hasta a mí me sorprendió.

—Oh, pues... buena suerte.

Carol le dio una palmada en el hombro antes de darse la vuelta, tomar impulso e irse volando.

Peter miró la cabaña en la que vivía Pepper junto con la pequeña Morgan. La tumba de Tony se encontraba en el bosque detrás de la cabaña. Peter se preguntó cómo sería vivir a tan solo unos metros del lugar en el que la persona a la que más amas está enterrada.

Puso las manos en sus bolsillos y caminó hacia la cabaña. Supuso que Pepper lo había visto desde una ventana, ya que la mujer abrió la puerta antes de que él llegara a tocar el timbre.

—Gracias por dejarme visitar a Tony, señora Potts.—Dijo Peter, sonriéndole.

—No hay de qué, Pete.—Pepper le sonrió de manera dulce.—¿quieres entrar? Puedo servirte un té... o un café...

—Un té estaría bien, May no me deja beber café.—Rió ligeramente mientras que entraba a la cabaña.

Pepper le dijo que se sentara en la sala mientras que ponía a hervir el agua. Peter obedeció y mientas que se dirigía a la sala reconoció inmediatamente la canción de la intro de Bob Esponja. Vio a la pequeña Morgan sentada en el sofá, viendo la televisión. Peter sintió un apretón en el pecho. Ella era la hija de Tony. No la había visto desde el funeral.