Se tiene registro de un total de 24 tipos de tortura distintas las cuales están documentadas debido a que los 4 adolescentes grabaron y fotografiaron todo lo que le hacían a Junko para compartirlo con los otros miembros de la mafia…

El día 4 de enero de 1989, más concretamente, el ultimo día del infierno que vivió Junko, los adolescentes la retaron a jugar una partida de Majhong (un juego de mesa de origen chino) para “burlarse” de que, después de todas estas atrocidades, ya ella no podía ser la joven brillante que era en el colegio… Sin embargo, Junko ganó la partida, lo que enfureció terriblemente a sus captores. Como represalia, los jóvenes la golpearon brutalmente para luego rociar sus extremidades, tronco y cara con líquido inflamable y prenderle fuego. Furuta murió 2 horas después a causa de un estado de shock. Los asesinos escondieron su cadáver en un bidón lleno de cemento, el cual fue abandonado en Koto, Tokio.

Una de las cosas más terriblemente indignantes y tristes sobre este atroz suceso es que los 4 asesinos fueron enjuiciados y procesados como menores de edad, por lo que las condenas fueron ridículamente cortas para lo horrendo de sus actos; hoy todos se encuentran en libertad… La condena más alta fue de 17 años y las otras rondaron los 5 y los 7 años.

Este suceso tuvo una repercusión mediática bastante fuerte debido a que la prensa realizó una cobertura amarillista del hecho, enfocándose en la vida de Furuta y el infierno por el que pasó, con el fin de resaltar y denunciar la poca dureza de la legislación japonesa contra delincuentes juveniles.

Tras la disposición judicial de los 4 criminales, los periodistas de la revista Shūkan Bunshun descubrieron sus identidades y las publicaron. Declararon que, dada la gravedad del delito los derechos humanos no son necesarios para las bestias publicando así los nombres de los cuatro.

En julio de 1990, un tribunal condenó a Hiroshi Miyano, el presunto líder del crimen, a 17 años de prisión. Apeló su sentencia, pero el juez Ryūji Yanase del Tribunal Superior de Tokio lo sentenció a tres años adicionales más de prisión. La sentencia de 20 años que recibió es la segunda sentencia más alta posible después de la cadena perpetua. Tenía 18 años en el momento del asesinato. Según informes, la madre de Miyano envió a los padres de Furuta 50 millones de yenes (USD 425,000), después de vender su casa familiar. En 2004 intentó solicitar la libertad condicional por buena conducta, pero se le fue denegada debido a otro incidente. El 10 de enero de 2013, Miyano fue arrestado de nuevo por fraude. Debido a evidencia insuficiente, el 31 de enero de ese mismo año, fue liberado sin cargos.

Nobuharu Minato, quien originalmente recibió una sentencia de cuatro a seis años, fue nuevamente sentenciado a cinco a nueve años por el juez Ryūji Yanase en apelación. Tenía 16 años en el momento del asesinato. Los padres y el hermano de Nobuharu no fueron acusados. Los padres de Furuta estaban consternados por las sentencias recibidas por los asesinos de su hija, y ganaron una demanda civil contra los padres de Nobuharu Minato, en cuya casa se cometieron los crímenes. Después de su liberación, Minato se mudó con su madre. Él no ha trabajado desde entonces.

Yasushi Watanabe, que originalmente fue sentenciado a tres o cuatro años de prisión, recibió una sentencia mejorada de cinco a siete años. Tenía 17 años en el momento del asesinato.

Por su participación en el crimen,  Ogura permaneció ocho años en una prisión juvenil antes de ser liberado en agosto de 1999. Tenía 17 años en el momento del asesinato. Después de su liberación, se dice que se jactó de su papel en el secuestro, violación y tortura de Furuta. En julio de 2004, fue arrestado por agredir a un hombre y condenado a siete años de prisión y desde 2011 ha estado en libertad. La madre de Ogura presuntamente destrozó la tumba de Furuta, afirmando que había arruinado la vida de su hijo.

En general, se consideraba que las sentencias eran demasiado leves para los delitos cometidos, sin embargo, las cuatro personas estaban protegidas por disposiciones especiales aplicadas a personas de 18 años o menos. Si hubieran sido un par de años más, Hiroshi Miyano sin duda habría recibido la pena de muerte por ahorcamiento, mientras que los otros tres probablemente habrían sido sentenciados a cadena perpetua.

Durante la sentencia, el juez comentó que «la violencia excepcionalmente grave y atroz»había sido afectada a la víctima, y que Junko Furuta había sido «asesinada brutalmente a la temprana edad de 17 años, que su alma debe estar vagando en tormento». Al escuchar los detalles de la brutal violación y tortura, un espectador en la galería se desmayó. Según los informes, la madre de Furuta sufrió una crisis mental que requirió tratamiento psiquiátrico.

Eee, de este caso si hay fotos pero no las pongo porque hay personas que pueden ser sensibles a estas cosas:)

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Eee, de este caso si hay fotos pero no las pongo porque hay personas que pueden ser sensibles a estas cosas:).

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