El reflejo de la felicidad.

Sueño y algo más.

¿Por qué esconderse mientras todos juegan?, ¿por qué llorar mientras todos ríen?, ¿por qué no vivir cuando todos viven? Esas son preguntas que me hago todos los días y no hay un día en que no recuerde la desgracia con la que cargo; como en este momento, que me dirijo hacia la escuela, y a pesar de que es lo que más amo hacer en la vida; no es suficiente para sentirme mejor, nada es suficiente para sentirme mejor, no es suficiente el cariño que recibo por parte de mi familia, de mi madre; no son suficientes las grandes amistades que tengo, que siempre me ayudan; no son suficientes las matemáticas que me provocan dolor de cabeza, pero aun así me encantan; y peor aún, no es suficiente el amor que siento por mí.

Mi nombre es Jeon Jungkook, tengo 18 años y estoy enfermo, mi vida constaba de hospitales,medicamentos y doctores; al menos eso hasta los 10 años, ahora solo tomo un medicamento, lo suficiente para mantenerme a salvo. Cuando nací sufrí un infarto cerebral, no quedaron secuelas porque era muy pequeña y aun no se desarrollaba totalmente mi cerebro, pero gracias a eso desarrolle una enfermedad que se conoce como purpura bascular, pero a los 13 me diagnosticaron lupus; esa es mi historia, esa es la causa de mi gran depresión, ¿qué busco?, morir.

Después de 45 minutos en el transporte llegue a la escuela, creó que son geniales las construcciones de nuevas autopistas, si no existiera una en mi ciudad, tendría que levantarme más temprano para ir a la escuela y llegar a tiempo.

Iba caminando hacia mi edificio en compañía de mi amigo Jimin, conversábamos de la situación que se esta sufriendo en el país, sintiendonos desgraciados por la época en la que nos tocó vivir.
Llegando a mi clase tome asiento lo más alejado posible del profesor, aunque esto sólo sea una excusa para encubrir mi verdadero propósito de estar junto a la única persona que hace brillar mis días y que con sólo verlo puedo sonreír, lo único malo es que no le habló, ¿quién buscaría tener algo con alguien tan roto?, ni siquiera para ser amigos y mucho menos para algo más, si, soy homosexual y él también. Con lo único que me puedo conformar es con verlo en clases y sólo eso.
Su nombre es Suwoong y compartimos clase de latín, la verdad es que sólo entro para verlo. Él es el tipo de chico que nunca creí que me gustaría, es todo lo que no busco, es egocéntrico, molesto, es mi opuesto, pero hay algo en él que me hace querer verlo todos los días; quizás sea su sonrisa, o sus ojos, no lo se, su cabello negro y despeinado podría ser. Creo que me gusta porque a él parece no importarle su alrededor. 

Hoy a diferencia de otros días Suwoong llegó tarde a clases e hizo lo que nunca hubiera imaginado, me miro y sonrío para después dedicarme un saludo, provocando en mi una reacción que muchos conocen como "mariposas en el estomago" , para mi es amor y una razón para amar la vida. Todo estaba tan raro en clase, Suwoong estaba distraído y no dejaba de observarme, estaba acompañado de su amigo Yoongi, quien lo miraba con una sonrisa burlona, eso estaba provocando en mi un gran y notorio sonrojo en mi. Al termino de la clase él salio tan rápido como pudo dejando a Yoongi atrás, quien se despidió de mi antes de salir, seguido de él salí yo y grande fue mi sorpresa al ver lo que me esperaba, se encontraba Suwoong con una flor en su mano y un cartón colgado de su cuello en donde se podía leer "siempre estuve enamorado de ti, me encantas, ¿quieres ser mi novio?" , no pude hacer nada, en ese momento la felicidad inundo mi cuerpo, era la primera vez que sentía esa gran emoción y la felicidad calaba cada parte de mi, es obvio que respondí que si. Estaba sintiendo lo que es la vida en verdad, me sentía más vivo que nunca; olvide mis días en el hospital, olvide que nunca había sido feliz, olvide el dolor eterno, lo olvide en el momento en el que sentí sus brazos cubrir mi cuerpo en un abrazo, estaba experimentando un nivel extenso de relajación cuando cerré mis ojos esperando el tan ansiado beso...

Todo se torno negro, mi corazón comenzó a latir sin ritmo y la respiración me faltaba, sentía una sensación asfixiante y me dolía todo el cuerpo, ¿por qué todo tiene que terminar así?, logre abrir los ojos y pude visualizar que me encontraba en una habitación de hospital, todo fue un sueño. Tenía un respirador puesto el cual con un tiempo pasado me ayudo a regular mi respiración, pude observar como mi familia lloraba, y yo con ellos, sabía que ese sería mi último momento, la enfermedad estaba matándome muy lentamente hasta ese día, y necesitaba saber lo que Suwoong sentía en realidad por mi. Jimin se acerco a la camilla y me extendió una hoja doblada, y no pude evitar llorar cuando la ley. 

"Para: Jungkook.

Jungkook, Jimin hablo conmigo, me siento feliz de poder gustarte, eres una persona admirable y con mucha fuerza, realmente eres especial.

Me gustas, y no te quise decir porque sabía que te iba a perder en algún momento y no aguantaría la tristeza de verte morir, es por eso que prefiero guardar nuestra amistad en un espacio importante de mi corazón y espero me perdones por ser tan cobarde y no haberte dado un primer beso, pero se que me esperaras y cuando llegue a estar junto a ti nuevamente podremos estar juntos. Se que estas en el hospital y que estas muriendo y me duele imaginarte sufriendo, pero se que vas a descansar y olvidaras todo el dolor, no me siento con la suficiente fuerza para estar presente pero quiero decirte lo que nunca te había dicho. TE AMO y siempre lo haré hasta que te pueda encontrar de nuevo y te lo pueda decir de frente. adiós mi Jungkook. 

Att: Suwoong."

Sonreí y pensé que al fin había experimentado lo que es la felicidad y me prometí esperarlo, después cerré mis ojos y deje de respirar, todo había acabado.