- No es demasiado alentador. Y Axel no es mi novio... Charle con él en el boliche, y empezó a ponerse pesado entonces me volví pero se ve que me siguió. De todas formas, no sé para qué te cuento si no es asunto tuyo - dijo Lacey gesticulando con los brazos y dando un suspiro. Los nervios – se dijo. Así, al ver que el ascensor seguía sin moverse, y que Trenton tenía razón, se sienta, sacándose los tacos que le empezaban a molestar los pies - ¿Tenés tu celular acá?

- No - Trenton pensó que no era loco que el chico la hubiera seguido. Lacey estaba atractiva con un short del color del oro que dejaba al descubierto sus torneadas y largas piernas, junto con una musculosa color crema. Tenía un ligero color en los labios y supuso que se los había pintado, pero ese era casi todo el maquillaje que se había puesto. Le gustaba eso. Pero sobre todo le gustaba ver su gran cabellera del color del fuego revuelta que acompañaban sus ojos casi también de ese color, menos fuertes que el naranja, pero igual de intensos que su mirada, como los de un tigre. Hasta cierto punto, entendía por qué ese chico la había seguido. Hasta cierto punto.

Lacey lanza otro suspiro. Estaban realmente jodidos, no tenían forma de pedir ayuda, salvo por ese maldito botón que ni siquiera sabían si funcionaba.

Trenton se la queda mirando fijo, hasta que Lacey no pudo aguantar.

-¿Qué?

- De nada ¿no?

- Lo que faltaba, ¿pensas que voy a agradecerte por meternos en este lío?

- ¿Decís que es mi culpa?

- ¿De quién si no?

- Tuya por supuesto.

- Si no te hubieras entrometido, nada de esto hubiera pasado. Tenía la situación controlada- ante su respuesta, Trenton ya no pudo aguantar la risa. Dios, estaba seguro que esa chica podría volver loco a cualquiera.

- Estabas en un maldito aprieto Lacey, y ¿no pensaste que el ascensor se pudo haber detenido por quien sabe qué cosa haya hecho el tal Axel gracias a tu cachetada?

- Me llamo zorra, y porque se te ocurrió la gran idea de decir que era tu novia.

- No justifica, le pegaste a un chico borracho ¿cómo pensabas que reaccionaria? No claro... No estabas pensando.

Lacey lo miro furiosa, sabía que él tenía más razones que ella, pero ¡Dios!, si él se metió en la situación, y dijo la gran estupidez de que eran novios.

Entonces, una voz los sobresalto, y escucharon desconcertados sin saber de dónde provenía: "Estamos viendo cómo solucionar el problema. Por favor, guarden calma, gracias. Hasta nuevos avisos."

Lacey, a pesar de querer quejarse por el vago intento de calmarlos, le tranquilizó saber que no estaban solos, e intentarían ayudarlos.

- ¿Más calmada? - le preguntó Trenton al verla aflojar la tensión que tenía.

- Un poco, sí... Supongo que más no podría empeorar

A Trenton se le ocurrieron varias cosas que sí podían empeorar la situación, pero decidió no tentar a su suerte preocupándola mas. Además, le gustaba verla tranquila.

- No te olvides que te conozco, ¿en qué estás pensando Trent? - Lacey vio cómo dejaba de lado ese distanciamiento tan propio de él, y sonría de costado. Ella se vio colgada de esa sonrisa un momento y se sorprendió ante eso. Pero no podía negar que él tenía su encanto, a su manera, pero lo tenía. Llevaba unas ojotas, un bermuda de jean y una remera manga corta, con su pelo negro ligeramente revuelto como si se hubiera pasado la mano por éste varias veces. Trenton, más allá de lo físico, había cambiado un poco y aunque no se llevara con él cómo lo hacía antes, lo podía notar. Ahora se lo veía relajado, sin esa barrera que generalmente tenia, y le gustó verlo así. Le recordaba al chico que una vez conoció, impulsivo y sin preocupaciones. Y se preguntó qué lo había llevado a crear una barrera a esa chispa que él era.

FuegoWhere stories live. Discover now