Bailey es una adolescente a la cual le encantan las fiestas, los deportes y la moda. Una noche asiste a una fiesta con su mejor amiga Angelic a la cual pierde de vista nada más llegan. Se emborracha hasta perder el conocimiento despertando en la mad...
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Gatita Bailey 🌸🌸🌸
Entrando al baño de chicas me encierro en el último cubículo, nadie solía usar este porque como en muchos institutos había rumores de que cosas raras pasaban cuando entras en el último baño. Rumores acerca de que una niña saldrá del inodoro para arrastrarte al drenaje, se cuenta que los azulejos sangraban si estabas demasiado tiempo allí y el último, pero mi favorito es que el fantasma de una adolescente deprimida te abre la puerta con una soga en su cuello y te pregunta ¿eres feliz? Ninguna de esas cosas era verdad, pero si mantenían a todos alejados del último baño donde algunas chicas inteligentes escondían sus cigarros, en el ducto de ventilación que está en este último baño.
Tranco la puerta dejando escapar algunas lágrimas, de seguro el periodo me está por venir. No suelo llorar en el instituto y menos por palabras tan tontas como las que me gritó Alec, ni siquiera entiendo por qué me afectó tanto, sensible o no, son solo palabras ¿por qué me debería importar lo que piense Bann?
—Bai-Bai sé que estás aquí, tenemos que hablar —la voz de mi mejor amiga se escuchó retumbando en el baño, pero aun así no me moví de mi lugar. Limpiando mis lágrimas me miré en un pequeño espejo que llevaba en mi mochila siempre cargo con uno por emergencias como estas. Daba gracias el haber usado la máscara de pestañas que no se corre con el agua. Mirando el pequeño espejo acomodo mi cabello y cuando siento que estoy lista salgo del cubículo.
Angelic está sentada sobre el lavado con los brazos cruzados y viéndome fijo a los ojos. Me acerco a ella con una sonrisa de labios cerrados, pero mi amiga me conoce demasiado bien como para identificar mis gestos falsos. Aflojando el cruce de sus brazos toma mi mano acercándome a ella para darme un abrazo de oso. Rompiendo el abrazo nos miramos a los ojos unos segundos con miradas que ya sabíamos que querían decir.
—¿No quieres hablar de lo que pasó? —negué con la cabeza acomodando mi mochila sobre mi hombro era mejor no seguir con el mismo tema porque no tenía ánimos de seguir amargando mi día. Ayudando a Angelic a bajar del lavado salimos juntas con nuestros brazos entrelazados, esta es una de las razones por las que las chicas vamos juntas al baño. Necesitamos que alguien nos escuche mientras lloramos frente al lavado mientras simplemente nos abraza.
Lo que nos quedó de clases pudimos compartirlo con mi amiga porque está última hora nos tocaba juntas. Pero a diferencia de las otras horas ahora fue el turno de los chicos de babear, la chica nueva Chanel era muy hermosa. Con unas piernas largas infinitas, piel algo morena, ojos color chocolate, pero cuando el sol se posaba en ellos cambiaban a un color ámbar y ni hablar de su cabello azabache. Vieras donde la vieras Chanel es hermosa lo que causó que muchos, incluido el profesor cayeran ante sus encantos y la maldita lo sabía. Podía notar su sonrisa cuando por "accidente" se le caían sus lápices o cualquier cosa que cinco chicos se peleaban por levantar.
—La semana que viene comenzarán los entrenamientos del equipo ¿continuarás jugando cierto? —mi amiga es una de las mejores jugadoras y no es por ser creída ni nada por el estilo, pero también soy una buena jugadora en la cancha. El año anterior ganamos la copa de las regionales femeninas de fútbol, cosa que no estaba pasando desde hace una década dentro del instituto.
