Capítulo 1

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“Solo quiero volar

-No puedes seguir de este maldito modo, joder, ¿acaso quieres terminar en un puto cementerio?-

Un largo suspiro salió del castaño que terminó cayendo al piso mirando cansado el ser perdido del más alto. Después de varios años viviendo lo mismo debería de aceptar que este no dejaría de buscar la manera fácil de salir de todo, pero al final del día seguía siendo su amigo. Un amigo que se preocupa por quien por causas inciertas decidió un día comenzar a volar sin importarle las consecuencias de esto.

-Y qué mejorará sí dejo esto, realmente no entiendo a qué quieres llegar diciéndome lo mismo de siempre-

-A veces hasta yo lo olvido, pero Minho entiende un poco, tienes veinticinco años, con una vida por delante, diablos, tienes una carrera terminada y con honores. No puedo creer que el número uno de la lista de honor viva de este modo.-

-Ser el más alto en una pared no significa que toda mi vida sea congruente con ese nivel.-

Soltó sin más el moreno mirando la expresión perpleja de su amigo. No había mucho qué decir en una situación como esta. Para el moreno, la vida no se basaba solamente en ser el primero de la clase, aun cuando eso te daba ventaja sobre los demás no valía como garantía real, solo era un recordatorio banal de la poca sorpresa ante la vida.

-Onew cuando te vayas cierra la puerta y deja las llaves donde siempre-

Se levantó buscando a simple vista una caja de tono pastel sin que el más bajo se diera cuenta, este solo se giró para tomar las llaves notando como Minho se dirigía a la esquina donde se encontraba su preciada nave del olvido. Con un dolor en el pecho cruzó el umbral de la puerta esperando que nada malo pasara esta vez con él.

-Mañana vendré por la tarde, por lo menos sube a la cama no quiero llegar y ver como los insectos comen tu cuerpo como hace un mes-

-Como digas, ahora vete-

Cerró la puerta guardando las llaves tal cual el chico le dijo, mientras este se dejaba caer con una expresión sombría sobre el piso al pie de su cama.

-Solo quiero volar, ¿qué tiene eso de malo?-

Murmuró para sí mismo abriendo la caja de madera admirando lo que había logrado comprar últimamente, según lo que le dijeron sus proveedores tenía que tener cuidado al momento de administrarlo porque aquello era peligroso si no se tenía un buen control, un precio justo considerando que era difícil de conseguir y que era la mejor droga por su potencia en pequeñas dosis. Una maravilla para el alto.

Tomo la cuenca imitando las acciones que se le indicaron anteriormente, su respiración se contuvo al llenar la jeringa mirándola maravillado, aunque ahora no lograba recordar de qué color debía tornar la sustancia. Verde o quizás azul. Verde, sin duda era verde.

Con la mirada fija en la pared del frente dejo atravesar la aguja en un punto ideal del brazo, por lo que sabía tardaría un minuto en surtir efecto. Saco la punta botando el material a un lado.

Necesitaba esto cada día más, era un adicto que no terminaba de serlo por completo porque no había tocado el tan famoso fondo. Ese que te motiva a levantarte algunas veces y otras te acoge tan bien que prefieres no salir nunca.

Lo único malo de tener un minuto de espera para el efecto deseado era sin duda para Minho, tener que recordar su vida, en específico el dolor en el rostro de sus seres queridos cuando lo vieron en su alcoba completamente perdido durante su primer vuelo después de ingresar a la mejor universidad del país con un promedio envidiable.

-Mira dónde está tu orgullo madre, mira dónde está tu primogénito padre. Aprendí a volar por mí mismo…no están orgullosos de mi ahora verdad...ya no me consideran su hijo adorado verdad…se cansaron de mis logros incluso…-

Una sonrisa torcida se dibujó en sus labios sintiendo por fin el efecto de la cuenca, la experiencia era completamente diferente de aquello vivido alguna vez. Estaba volando como nunca antes hubiera imaginado hacerlo siquiera.

No podía mover las extremidades, pero no importaba, no era necesario usarlas en esta ocasión, se deslizaba por los aires libremente, todo era felicidad nuevamente, no importaban las buenas notas, ni la aprobación de otros, nada de eso tenía relevancia ahora.

Cerró los ojos un momento percibiendo enseguida la voz de alguien y un poco de ruido más al fondo. Quizá el efecto no era cierto, duró muy poco según su parecer, sin embargo valió la pena. Trató de abrir los ojos  al sentir como unas manos pequeñas lo tomaban de los hombros obligándolo a despertar.

-¡Joven! ¡Joven! ¡Joven!-

Cuando al fin abrió los ojos trato de balbucear pero le era imposible, las palabras no salían. No podía siquiera moverse, como un balde de agua fría sintió su cuerpo entumido. Este era el “fondo” pensó sin dejar de mirar de forma borrosa a un chico de piel pálida y rostro pequeño que con ayuda de otra persona logro cargar y llevarlo semi consiente al interior de una ambulancia.

Quería saber lo que pasaba a su alrededor pero simplemente era un trapo en esos momentos, al menos veía todo aunque no terminaba de procesar la situación. Onew lo golpearía cuando se enterara de aquello.

-Ya casi llegamos-

Oyó decir al compañero del chico pálido.

-Resiste, eres muy joven para irte de este modo.-

El chico se hizo presente en su perímetro con una preocupación en el rostro, aquella que ni sus padres le daban ya.

-¿Qui..én…e..er..eres?-

Balbuceó escuchando sonidos raros al fondo en tonos eléctricos y artificiales. Todo era muy extraño para él.

-Soy Lee Taemin y no voy a dejar que te vayas-


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Después de un tiempo considerable hago mi primera actualización en esta historia, sé que hay fallas pero espero mejorar con el tiempo, por lo que tengo previsto será una narración corta por lo que deseo no tardar en el próximo capítulo. Habrá dudas pero se resolverán en el desarrollo de la historia.

FLY IN THE SKYWhere stories live. Discover now