67- Primera Prueba

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El día había llegado, hoy era la primera prueba del Torneo para ver cuales participantes podían pasar a la siguiente aventura, la mañana estaba fría, claro, si ya estábamos casi finalizando noviembre, por lo que me puse una bufanda, un abrigo de lana y botas, bajé a desayunar junto a los chicos mientras Crazy se quedaba en mi cama comiendo y engordando, ese hurón si se la tiraba rico... En fin, animé todo lo que pude a Harry mientras estuve con él en el Gran Comedor, luego de eso mamá llegó para llevárselo, no sin antes poner una mano en mi hombro, como si supiera que necesitaba aquello, luego recordé que era mi madre y se me pasó.

Entrada un poco más la mañana todos comenzamos a dirigirnos hacia los carruajes que nos escoltarían hasta el lugar en donde tomaría lugar la primera prueba, no pude evitar ponerme nerviosa y asombrarme al ver que mi visión fue verdadera, el lugar fue el mismo, instintivamente corrí por las gradas hasta llegar al lugar en donde estuve, esa protección se veía estable, dije mentalmente mientras observaba por el rabillo del ojo como Orión se burlaba de mí

– ¿estás emocionada Torum? – dijo Orión con un tono burlón mientras alzaba una ceja, Jake se sentó a la par mía y pasó su brazo por mis hombros, yo me acurruqué hacia él y enrollé su mano que caía por mi hombro con la mía

– expectante, diría yo – unas gradas más abajo, divisé a Ginny quien iba con una chica platinada a su lado, a lo lejos se escuchaban las inconfundibles voces de los gemelos Weasley haciendo apuestas de la competencia, rodé los ojos al escucharlos hablar sobre lo bien que estaba Víctor Krum, para luego levantarme como un resorte de mi asiento y alzar mi mano para poder llamar la atención de Ginny y la chica platinada, a los segundos me vieron y caminaron hasta nosotros

– Hermione me pidió que le guardara un campo – dijo simple, pero con una sonrisa la pequeña zanahoria, yo asentí y me cambié de lado para estar a la par de Ginny – por cierto, Torum, ella es Luna, Luna ella es Torum

– hola Luna– dije sonriéndole alegre

– hola – dijo con una voz muy dulce y soñadora, inmediatamente, a mi derecha, escuché como alguien tosía como casi ahogándose, por lo que volqué mi cabeza en esa dirección, ¿y lo que vi? Un Miles ahogándose con agua totalmente rojo mientras Orión y Jake veían con ojos abiertos hacia mi dirección, no sé cómo, todo en mi cabeza comenzó a dar vueltas, y un Miles contando sobre la chica que le gustaba se me vino a la mente, piel blanca, platinada, mismo año que Ginny y Ravenclaw, miré hacia ella y le vi la bufanda de esa casa, mi mandíbula cayó al suelo

– ¡oh, no te había visto, Miles! – dijo Luna con una tranquila y dulce vos viéndolo, voltee mi cabeza hacia mi amigo, quien estaba de pie en las gradas mirándola todo sonrosado

–y-yo, y-yo – Orión se acercó a él y le palmeo fuertemente la espalda, ush... Creo que yo también sentí eso, Miles giro su cara enojada hacia Black, pero este solo sonrió inocente y se sentó al lado de Jake, Miles se aclaró la garganta al ver que todos le prestábamos atención – tampoco te había visto – se rascó su nuca y tímidamente se acercó hasta ella, miré a penetrantemente a Orión y a Jake y cuando estos captaron mi mirada les hice una seña para que se corrieran un poco y que hablaran entre ellos, luego, me voltee hacia Ginny y la tomé de la mano arrastrándola un poco lejos de esos dos, Ginny, al instante se había dado cuenta de la situación con ambos chicos, así que no costó mucho que se alejara de la linda águila, para que esta y Miles pudieran tener unos segundos a solas, y digo segundos porque no sé en que momento llegó Hermione y se sentó algo molesta entre Ginny y yo, y antes de que pudiéramos indagar sobre su humor, un cañonazo se hizo escuchar, inmediatamente la visión me envolvió y la voz de padrino se escuchó dos veces en mi cabeza.

Ya estaba empezando, Cedric Diggory ya estaba saliendo de la carpa de los campeones preparándose mentalmente para lo que vendría a continuación, inmediatamente el lugar se sumió en silencio, nadie veía nada, todos estaban expectantes de lo que pudiera suceder, imaginaba que era la única, además de los profesores, que sabía que en cualquier momento aparecería un enorme dragón por quien sabe dónde para atacarlo, y así fue, segundos después, un grande y hermoso dragón azul, que, gracias a las clases del profesor Kettleburn y Hagrid, puedo decir que era un Hocicorto Sueco, se levantó y soltó una bola de fuego hacia Cedric, todos los estudiantes soltamos exclamaciones de sorpresa mientras conteníamos el aliento, ya todo estaba empezando...

La señorita Mcgonagall no es perfecta Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora