9

17 0 0
                                    

-Joder Ivet, no me imaginaba que te hubiese pasado eso... No sé que decirte, además de que eres muy fuerte.- Ivet aparta su mirada de la mía para posarla de nuevo en el aquel pequeño bosque que ahora no se veía tan bonito como antes.

-Sólo te pido dos cosas: No se lo digas a nadie y por favor, no me mires con cara de pena o compasión.- Su expresión es tan gélida, que le sonrío con la sonrisa más inocente y verdadera que puedo sacar de mi.

-Claro que no se lo voy a decir a nadie, tonta. ¿Nos vamos?- Ivet me mira con un brillo en sus ojos que despierta ilusión en mi por verla feliz. -Quédate en mi casa si quieres,claro.- En cuanto pronuncio esas palabras, se tira encima de mi y empieza a darme castos besos por toda la cara.

-Eres increíble tía.- Ivet me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

-Ya lo sé, por favor.- Mi intento de diva se desvanece cuando me mira con cara de pocos amigos para después reírse conmigo mientras salimos del bar.

-Oye, espera. ¿Hemos pagado?-Ivet abre la boca y los ojos exageradamente mientras gira la cabeza hacia la puerta del bar para después mirarme a mi.

-C-O-R-R-E HIJA DE PUTA.- En cuanto pronuncia la palabra mágica salimos corriendo en dirección al coche empiezo a reírme por la situación tan absurda en la que nos hemos metido. En cuanto estamos dentro del coche, Ivet se abrocha el cinturón de seguridad y yo voy encendiendo el cacharro para poder salir pitando. Una vez en la carretera camino a casa enciendo la radio.

-Nunca me había sentido así.-Le confieso a una Ivet distraída en sus pensamientos.

-¿ Así cómo?- Me mira intrigada, con esos ojos penetrantes.

-Nunca me había sentido como en casa,tan libre,tan yo. Suena estúpido porque apenas nos conocemos de hace poco, pero siento que te conozco desde otra vida.- Cuando me doy cuenta oigo a Ivet farfullar cosas.-Hemos llegado.- Aparco el coche en la cochera y apago el motor. Miro a Ivet que ha estado el resto del trayecto callada.

-A veces te miro y me preguntó porqué no nos hemos conocido antes, porque siento que conectamos tan jodidamente bien... Eres una de esas estrellas que están un poco escondidas, pero que en cuanto te fijas en ellas te das cuenta de que brillan como ninguna otra en el cielo.- Nos damos un abrazo profundo en el que me duele la boca de sonreir tanto de la emoción.

-Subamos a comer algo.- Salimos del coche para subir las escaleras que llevan a la sala principal donde,como de costumbre no hay nadie. -¿Pedimos kebab?-

-Completo. ¿Peli de drama o de miedo?-

-Con ambas me asusto asi que lo que quieras.- Ivet me mira con una ceja levantada mientras me encojo de hombros.-Acabo de pedir el kebab con unas patatas con mayonesa.- Solo de pensarlo me ruge la barriga, Isis di que sí, alimentate de mierda.

Ivet se descalza y se tumba en el kilométrico sofá que tengo y enciende la pedazo de tele nuevecita que tengo para poner Netflix.

-Ven aquí, Is.- Ivet me mira mientras me descalzo también y me tumbo apoyando mi cabeza en su regazo para que me acaricie el pelo.

-Is mola...- Suena el timbre por lo que me levanto y corriendo salgo para recoger mi fantástica cena. En cuanto abro la puerta me encuentro a un hombre con un casco por lo tanto no distingo su cara, pero me suena demasiado.

-Aquí tienes.- En cuanto me entrega la bolsa sale volando, y no lo hace literalmente porque el pobre no puede.

-Is,¿todo bien?- Cierro la puerta para dirigirme de nuevo al sofá donde Ivet está reincorporada esperando la comida.

-Sí claro, ¿voy a por platos?- Ivet niega con la cabeza y extiende los brazos como una niña pequeña para que le dé la bolsa.-Toma anda, bebé.-

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 02, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Más allá de las estrellasWhere stories live. Discover now