Hace 7 meses que la gira había terminado y las cosas entre varios de los triunfitos quedaron un poco raras. La relacion que teniamos todos al principio era totalmente diferente a la que tienen ahora, conflictos, rupturas y malos entendidos quedaron en el aire después de el último concierto en el Palau.
El trabajo empezó a llegar y todos tomaron sus caminos, unos solos y otros acompañados.
Miriam y Agoney estaban viviendo juntos desde unas semanas después de que el programa acabó, lo habían hablado dentro y aunque en ciertos momentos parecía que las cosas cogerian otro camino, al final, decidieron cumplirlo.
La otra parte del grupo, Nerea, Mireya y Raoul compartían un piso no muy lejos de ellos. Las cosas entre algunos no habían terminado nada bien y las veces que se habían visto después de la gira podían ser enumeradas solo con una mano.
Ricky el que mejor relación tenía con todos compartía piso con Mimi como ya se veía venir. La relación de muchos podía haber cambiado pero la de estos dos, estaba totalmente intacta.
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—Mimi cómo no te levantes— Gritaba sobrepasado.
—Ricky joder, que pesao eres— Gruñó la granadina algo adormilada. — No tengo ganas de ir, he trabajao toda la puta semana y el cuerpo no me da para más.
La escena era Ricky con los brazos cruzados parado al lado del sofá intentando no desmoñar a su amiga y esta tirada en el sofá, enredada en el edredón, con los pelos revueltos y cero ganas de ponerse de pie.
La mayoría decidió reunirse para pasar el rato y ponerse al día, aunque algunos, como Mimi, preferían pasar de ellos y evitar posibles malos ratos.
Para la granadina revolver el pasado no era opción alguna, pero para Ricky la opción de dejarla tirada en el sofa mientras todos se iban de fiesta no era ni siquiera una opción.
—Solo serán unas horas tronca— «claro que sí, como la última vez» pensó mientras intentaba incorporarse en el sofá— Hay personitas que tienen ganas de verte, no seas terca anda.
—Ya..claro que si.
Ricky pudo sentir la ironía en sus palabras y dejo escapar unas carcajadas que dejaron a la granadina sin entender nada.
—Me explicas que se te hace tan gracioso condenaó?
—Tienes un puto miedo que te cagas— Continuó riendo, lo que estaba haciéndola estresar un poco— Como te cruces con ella te recogemos con pala estoy seguro.
Bom. Había dado en la tecla exacta.
Mimi suspiro con pesadez y se recostó en el sofa.
—Es que imagínate la escena Ricky...
—No seas exagerada chica— Intentó quitarle importancia de alguna forma. Lo último que quería era que terminara de hundirse un poco más en sus pensamientos y se quedará en el sofá.— Que si, va a ser incómodo en el primer momento pero todo va a estar bien...que las conozco como la palma de mi mano joder.
—Que tiene que ver?
—Se que pueden arreglarse de una vez, pero si te quedas tirada aquí es muy difícil que eso suceda. Dime tu, ¿conoces a Miriam?— Ella asintió— Sabes lo que le cuestan estas cosas, y aun así ha intentado acercarse varias veces y dejas que se estrelle con tu jodido orgullo.
A Mimi se le hizo un nudo en la garganta al escuchar aquello. Las palabras de su amigo cayeron como balde de agua fría sobre ella sin aviso alguno.
