Compartida soledad

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Estaba pensando, amigo, sentada aquí en el sereno,

liberar mis sentimientos, igual que si fuera un juego,

que las penas del amor compartidas duelen menos.

Y ahora que estás a mi lado, ofreciéndome tu mano,

te miro la risa y pienso ¿Dónde estuviste mi hermano?

Cuándo lloré mar de llantos y desmayé en las esperas,

cuándo el otoño imperioso destruyó mi primavera.


Este otoño será diferente, ya que la soledad se irá de repente.

Acá estoy amiga, para secar sus lágrimas

 y plasmar en nuestras letras todo aquello que nos pasa.

El olor a café, una buena charla, afilemos nuestros lápices

y comencemos con esta danza.


Danza de hojas doradas, remolino de palabras,

si preparamos colores de paletas estampadas,

preñados de versos nuevos dejaremos los senderos

y será dulce el milagro del pan caliente en la mesa,

prodigando los aromas de la crujiente corteza.


Es una hermosa época, para caminar bajo este sol de otoño

y sentir la brisa en nuestros rostros.

El crujir de las hojas al pisar, sentarnos bajo un árbol

y podernos deleitar, del cantar de los pájaros

 y muchas cosas más...


Versos en el caminoWhere stories live. Discover now