7.- Girasol marchito.

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[ . . . ]

Los ojos del ojipurpura se abrieron con pereza, mirando nuevamente una luz cegadora, una sombra familiar.

— ¡ESTA DESPERTANDO! — Grito Ryoken.

Ante ese grito, el doctor empujo a Ryoken con su brazo. — Atrás por favor. —

Ambos jóvenes hicieron caso al doctor, se apartaron y dejaron que el experto se encargara.

— ¿Me escucha? —  Le susurro al albino.

— S....Si. — Susurro el mas bajo.

— ¡Takeru! — Una enfermera detuvo a Yusaku quien casi se le tira encima a su amigo.

— Dejen al doctor trabajar. — A empujones saco a ambos jóvenes que no dejaban de esforzarse por que los dejen ver al otro. — Mantengan el culo en la silla. — Comento autoritaria, pero no niega que verlos así le causaba ternura. La mujer volvió al cuarto del albino para ayudar al doctor. 

Pasaron unas horas mas hasta que el doctor por fin había salido del cuarto, se acerco a los jóvenes, quienes se habían dormido, los despertó. — Bueno, Homura esta fuera de peligro, sigue sensible, pero ya lo peor paso, solo deben curar sus heridas y traerlo aquí cada 15 días, ustedes podrán curar las heridas externas peor no las internas. —

La rabia al escuchar eso fue notoria en el rostro de Ryoken, quien solo asintió. — Pondré en marcha el auto. — Y se fue.

Con ayuda del doctor llevaron a Takeru hasta el auto, subieron en la parte de atrás al joven para que vaya acostado, Yusaku dejaría que su cuerpo sea la almohada del albino. — Takeru... — Susurro Yusaku. — Lo siento mucho. Si ese día yo te hubiera... —

— Gracias por salvarme Yusaku... Ryoken... — Interrumpió Takeru hablando suave.

Ryoken miro a los otros dos por el espejo retrovisor. — Tienes que decirle "eso", Yusaku. —

— ¿Eso? — Pregunto Takeru.

— Takeru... Escucha... Tus abuelos... Ah, tus abuelos fallecieron de tristeza. — Trato de ser lo mas suave que pudo. — Dejamos a cuidado de tu hogar una pareja joven, ambos son amigos míos, los conocí hace mucho tiempo y... Son de mucha confianza, también te cuidaran mientras Ryoken y yo no podamos hacerlo. — Acaricio los cabellos del menor.

— ... Comprendo, no quisiera entorpecer sus quehaceres. — Con el viaje Takeru se termino durmiendo.

— Se durmió... —

— Es mejor así Yusaku. — Ryoken suspiro.

Llegaron al hogar del joven, ayudo al peliazul a bajar al albino, lo tomo entre sus brazos, se adentraron al jardín para caminar por el pequeño sendero de piedras que llegaba a la puerta principal. Ni siquiera lograron golpear la puerta que ya un chico castaño la había abierto, al lado del castaño asomo la cabeza un joven de pelo azabache.

— Bienvenidos. — Comento alegre el primer chico.

— Gracias. — Apenas sonrió Yusaku.

Al entrar, dejaron dormir en su cama a Takeru, los cuatros estaban en la cocina hablando.

Al final se despidieron todos, Ryoken llevo en auto al peliazul a su casa. 

— Gracias por traerme. — Suspiro.

— No voy a arriesgarme a que me disparen de nuevo. — Bufo.


[ . . . ]

La noche paso muy apenas, cerca de las 5 am. un grito desgarrador despertó a la joven pareja quienes corrieron al cuarto del menor. 

— ¿Que pasa Takeru? — Se alarmaron de verlo llorar, el castaño se sentó en la cama y abrazo al menor, susurrando una canción para calmarlo.

— Tuve una pesadilla... — Se acurruco en el hombre. — ¿Tu eres el amigo de Yusaku? —

— Oh, si, somos los amigos de Yusaku, el nos pidió que cuidáramos de tu casa mientras te buscaban y ahora que te cuidemos cuando ellos no puedan, me llamo Judai y él es Yusei. — Señalo al castaño quien estaba parado en el umbral de la puerta. 

— ¿Quieres dormir con nosotros? — Yusei se acerco al menor y se puso de cuclillas frente a la cama. 

— No quiero molestarlos. — Susurro Takeru.

— ¿Molestarnos? ¡Para nada! Sera lindo. — Comento alegre Judai. 

Yusei tomo en brazos al albino aunque este se negara, al no tener mucha fuerza no podria pelear, el azabache puso a Takeru en medio de la cama y ellos se acostaron lado a lado, lo abrazaron para protegerlo de malos sueños y la noche continuo su curso.

Ya eran las 9 am. Judai dormía desparramado por toda la cama al igual que Takeru, ambos con la boca abierta, por la comisura de sus labios caía la saliva, Yusei no evitaba pensar que Takeru parecía hijo de Judai. — Es hora de despertar niños. — Comento Yusei, quien traía el desayuno para ambos. Quienes se despertaron y somnolientos rascaron su ojo derecho. — Si que son iguales. — Pensó el azabache con una tenue sonrisa en sus labios. Les bajo la charola, tenia dos tazas con chocolate con crema, cheesecake de frutilla y algo de fruta para Takeru, quien carecía de vitaminas. — Desayunen tranquilos, si me necesitan estoy en el taller. — 

— Siempre en su taller. — Comento Judai.

— Judai... No hables con la boca llena. — Lo dijo ... Con la boca llena. 


Takeru comenzó a sentir mas calidez en ser cuidado por esa joven pareja, aunque admitía extrañar a sus abuelos, sentía que por su culpa se cobraron dos vidas mas, pero el doctor fue estricto en que no debía vivir el pasado y que debía seguir a delante por mas difícil que fue.


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|| Owh casi lloro.(? Bueno aquí esta el cap, ya ya no me quieran cortar los dedos por el final del cap 6 xD admito que había pensado en poner otra pareja para que cuidara de Takeru, pero poner Starshipping fue por la inspiración que me otorgaron dos grandes amigas para mis <3
Próximo capitulo: 8.- Familia.

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SunflowerWhere stories live. Discover now