sleep in the wake of the beast [Vol.1] (Yaoi/Gay)

Intentos de escape.

CAPITULO 2

James B D (I)

James despertó con el suave sonido de las olas. El aroma a mar invadió sus sentidos desorientandolo un poco. Abrió los ojos con pereza, inspeccionando el lugar donde se encontraba. Era grande y elegante, un poco diferente que su cuarto en la mansión de su padre que tenia un estilo elegante y refinado, pero al mismo tiempo conservador y suave, esta alcoba era todo menos sencilla. Había ido a Versalles hace años y este cuarto tenia un estilo muy similar al del celebre castillo francés, en las paredes el dorado abundaba en toda la extensión del cuarto, hermoso, ostentoso al puro estilo francés, James comenzó a pensar y no recordaba haber ido a Francia, lo ultimo que recordaba que hablaba con su hermanita, luego sintio como todo daba vueltas y derepente todo se volvió negro. Pensó que quizás se había desmayado y su madrastra lo había traído a un cuarto que ella había decorado al estilo francés. Se levanto aún algo mareado, y comenzó a caminar hacia la puerta que debía la salida sin sacarse la manta blanca de encima. Luego de unos pasos sintió como algo lo jalaba del tobillo. No estaba lo suficientemente cerca para llegar a la puerta.

Poso su azul mirada en una larga cadena que salía del suelo y terminaba en grillete que se ajustaba a su tobillo derecho, la cadena no era lo suficientemente larga para poder llegar a la puerta, pero sí para poder recorrer el castillo con facilidad.

- ¿Que es esto?- James trato de jalar la cadena con todas su fuerzas, pero esta no cedió ni un poco. Corrió hacia el balcón que estaba al lado de la cama.

Vio una extensión de mar azul y hermoso. En el horizonte solo era visible el azul del cielo y mar, además de las largas y puntiagudas rocas a cuantos metros abajo del balcón. La extensión de pared amarilla llena de ventanas que le era visible desde el punto donde estaba, pero ningún otro balcón cerca.

Sus manos comenzaron a sudar. Otra vez ese sentimiento que le desgarraba el pecho volvió a invadirlo, ese sentimiento al cual todos llamaban miedo. Abrió la boca para tomar una enorme bocanada de aire en un intento desesperado por disipar ese sentimiento desagradable.

Se acerco a un espejo de cuerpo entero que estaba a unos centímetro de el. Al fin pudo ser concierte de su apariencia extraña, abajo de la sábana blanca llevaba un camisón casi trasparente color turquesa extrañamente muy femenino, que lo hacía lucir (en su opinión auto-crítica) ridiculo por culpa de su cuerpo masculino. La vergüenza lo invadió por un segundo colorando sus mejillas de un rosa que resaltaba con su palidez, pero de inmediato toda esa vergüenza paso a molestia hacia su captor, prometiendo una venganza por esa humillación.

Se sentó en la cama mientras respiraba hondo tratando de alejar esos sentimiento que nublaban su juicio. Su mirada ahora cautelosa y serena recorrió la habitación lentamente, mientras tocaba sus largos cabello. De atrás de su nuca, escondido entre su cabello, había un pequeño frasquito diminuto con un contenía azulino.

lo abrió y esparció el contenido en el metal de la cadena, de nuevo de su cabello saco un pequeño cuadro de metal fino con un botón, apretó el botón y el pequeño cuadro de metal hizo un sonido dejando a la vista una fina lima de uñas. Comenzó a pasarla por donde el liquido antes había caído, el lugar por donde pasaba la lima comenzaba a ceder, luego de un rato de presión la cadena se rompió al fin.

Cuando estuvo libre, lo primero que hizo fue caminar hacia el enorme armario de la habitación, lo abrió y saco de adentro unos simples pantalones negros y una camisa sencilla blanca. Se quito el camisón femenino con desagrado, dejando su exquisito cuerpo completamente desnudo a la vista y se vistió con la ropa que había conseguido.

Cuando estuvo listo tomo unas sabanas que estaban en el armario, las amarro todas haciendo una larga cadena de sabanas las cuales amarro en unos extremos de la baranda del balcón y la dejo caer, viendo como casi rozaba una de las rocas de precipicio .