Capítulo 4

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Narra Rebeca

Acabo de tumbarme en la cama de mi habitación después de la bronca de mi hermano.

A ver, he llegado 2 horas y media después de la hora pactada además de borracha, pero eso no es excusa para la pedazo de reprimenda que me ha echado, tengo 21 años, no soy ninguna niña.

Aunque el día no ha sido del todo malo, Jesús me ha besado y he estado a punto de arrancarle esa camisa que llevaba y que tanto le marcaban los abdominales, si no lo hice fue porque apareció Marta y nos obligó a separarnos. Después Carmen y Marc me han traído a casa y mi hermano se ha cabreado, ese ha sido el final a un día que se había tornado increíble.

Mi móvil suena y me entran ganas de tirarlo contra la pared, pero cuando veo la pantalla y veo quién me escribe, desaparece toda esa ira. A lo mejor el día puede mejorar

Casualidad ninguna, un día que Ana me dejó su móvil para que le mandara un mensaje al capitán sevillista mientras ella terminaba de arreglarse aproveché y apunte el número en mi agenda de contactos

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Casualidad ninguna, un día que Ana me dejó su móvil para que le mandara un mensaje al capitán sevillista mientras ella terminaba de arreglarse aproveché y apunte el número en mi agenda de contactos. Vi la oportunidad y la cogí, simplemente

Cierro la puerta con llave por dentro y sin pensarlo mucho, salto por mi ventana y caigo de pie en el césped. Si hay algo que me encanta es que la habitación de mi hermano está en la otra punta de la casa y su ventana no da al mismo sitio que la mía.

Salgo de casa y al doblar la esquina me encuentro a Jesús sentado en el capo de su coche. Cuando intenta hacerse el chico malo (no le sale ni a tiros, con esa carita de angelito que tiene no cuela) me pone a cien, no lo escondo, además sigo con las ganas de quitarle la dichosa camisa.

Me tiro a sus brazos y le beso, algo a lo que él no se resiste

Jesús: Preparada para lo que pueda pasar????
Rebeca: Estoy aquí por algo, no????
Jesús: Yo pregunto
Rebeca: Y tu hermana???
Jesús: No te preocupes por eso
Rebeca: Claro que me preocupa, no quiero aguantar sus bromas como nos pille
Jesús: En casa de Sergio, así que estamos solos
Rebeca: Mejor así, la verdad
Jesús: Alguna otra pregunta???
Rebeca: A que esperamos entonces????

Jesús sonríe y sube al asiento del piloto mientras yo me subo al del copiloto y después ponemos rumbo a su casa. Nada más llegar y entrar, el lateral tira de mí y subimos corriendo a su habitación.

En cuanto cierra la puerta, me lanzó a por él besándole y de una vez por todas le quito esa camisa, que por muy bien que le quede, está mejor sin ella. Él no se queda atrás y me besa para después quitar mi blusa, cogerme en brazos, tumbarme en la cama y el resto me lo guardo para mí, porque ha sido una de las mejores noches de mi vida, he disfrutado como nunca

¿Los Colores o El Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora