—¿Tu opción es que disfrute el tiempo que tenga que durar? —preguntó Max.

—¿Tienes una mejor opción? —preguntó—. Ese es mi punto particular. Lo que yo haría. Yo iría y me quedaría con ella el tiempo que tenga que durar si eso me hace feliz y mantener en mi mente que en algún momento se me va a pasar factura y va a doler. Hurs puede hacer lo que quiera.

—Pienso lo mismo que Parker —dijo Maddox—. Al final más infelices no podemos ser.

—Ni más desgraciados —dijo Parker con indiferencia.

—Ni más imbéciles para volver a enamorarnos —concluyó Max.

—Habla por ti y esos dos —dijo Parker.

—Siempre tienes la opción de hablar ahora —dijo Maddox—. Debes estar consciente de que evidentemente la perderás.

—Brooke —dijo Hurs—. Va a dejarte en cuanto Scarlett le diga.

   Un silencio se formó sabiendo que ese era otro riesgo a seguir si confesaba todo.

—Niégalo —dijo Hurs—. Si alguna vez se sabe esto, solo niégalo. Niéguenlo todo.

—No —dijo Parker—. Me importa un carajo la opinión que sus mujeres tengan de mí, así que no voy a negar que lo sabía, que me callé deliberadamente y que además contribuí al engaño.

—Estoy de acuerdo con la rubia —dijo Max—. Yo no tengo reputación que cuidar, no tengo nada que perder. Creo que el único acá que debe callar es Maddox, el que debe fingir no saber nada en beneficio de su relación con Lilith es él.

   Otro silencio se hizo en el que Maddox no dijo que no lo negaría pero a pesar de todo nadie lo culpaba.

—Vamos por ahí —dijo Max—. Seguro que nos podremos distraer y pensamos con más claridad cuando hayas salido del shock.

—No voy a salir nunca de esto —dijo Hurs—, pero creo que lo mejor es que guardé silencio con respecto a esto y rogar a todos los dioses que nunca se entere.

   Maddox le dió una palmada en la espalda respetando su decisión, después de todo estaba haciendo lo mismo mintiéndole a Brooke.

   Salieron de ahí los cuatro no sin antes esperar a que Parker estuviera listo y una vez salió del cuarto de Hurs listo para abandonar el departamento fueron directamente hasta uno de los bares favoritos de Max que fue quien lideró la manada de amigos esta vez.

—Dime que no entraremos a ese lugar de mala muerte —dijo Parker mirando la fachada—. Por Dios, no me extrañaría que seas portador de VIH.

—Imbécil —dijo mientras Maddox reía.

—Por favor dime que esto no es un lugar donde venden alcohol adulterado —dijo Maddox—. Por Dios, qué hacen los dueños de un casino donde de más está decir hay alcohol y comida a montones haciendo ricos a otros.

—El Hellville es carísimo —dijo Max—. Tiene un administrador que es un ávaro. Fin. Dejen de estar de mariposones y vamos dentro. Usted señorita —dijo mirando a Parker—. Solo déjese arrastrar al mundo de la gente divertida.

—Espero no contraer una enfermedad —dijo Parker enfilando a la entrada mientras delicadamente sacaba un pañuelo para tapar su nariz.

   Los hizo reír sabiendo que solo estaba divertido mostrando su desacuerdo pero que como todos no se quejaba jamás de los lugares solo los bromeaba al respecto.

—Ese principito saca lo peor de mí —dijo mientras Parker veía el lugar.

—Deberías arrodillarte, vasallo igualado —dijo de forma despectiva—. Un día tendrás que tragarte tus palabras y hacerme una venia a cambio de tu cabeza.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora