Karma, o Dumbledore.

214 11 2
                                    

(Cuando la letra esté en negrita, es Pansy, cuando no, es Hermione)



— ¡Devuélveme mi libro! —grito enfurecida a cierta Slytherin con la cuál no tenía nada de trato.

— ¿Y porque debería hacerlo, sangre sucia? —dice burlonamente con mi libro en su espalda.

— ¡Porque te lo estoy ordenando! —Mi voz sonó autoritaria, demandante.

— Tu a mí no me mandas, Granger —escupe, ahora más enojada que divertida por mi reacción.

— Te advierto que me des el libro o —comienzo a decir.

— ¿O qué? ¿Llamarás a tus amigos a defenderte? —Se burla imitando patéticamente mi voz, haciendo un falso puchero y lágrimas.

— No necesito que me vengan a defender —sentencio, yo no precisaba ayuda de nadie.

— No me hagas reír —Y al parecer si lo hice, pues se rie, aunque burlonamente.

— Dame mi libro ya ¡Babosa serpiente! —grito, exasperada por la situación.

— ¿Cómo me has llamado? —Su ceño se frunce y sus ojos chispean por el enfado. Parece un depredador.

— Te he llamado por lo que eres, una babosa, patética y asquerosa serpiente —escupo.

— ¡Retractate ahora, ratón de biblioteca! —ruge, tirando mi preciado libro al suelo.

Miro al piso con incredulidad, justo donde mi libro se abre en el pasto, en una posición que seguramente lo ha rasgado. Éso fue suficiente.

— Ni en tus sueños —siseo, apretando los puños al punto de que la varita me hace doler.

— No te metas conmigo, Granger —El tono de su voz no es alto, pero es furioso, amenazante. Claro que a mi no me asusta con sus actos de "chica súper mala".

Comienza a sacar su varita también.

— ¿Qué es lo que pasa? —Se oye atrás nuestro una calmada voz y unos sonoros pasos.

— Director Dumbledore —Me pongo nerviosa, aunque exhalo aliviada. No es que tuviera miedo, no, pero me ahorré de meterme en peores líos por darle su merecido a Parkinson.

— ¿Me pueden explicar que es éste alboroto? —reclama cuando se acercó a nosotras.

— Granger, señor. Ha intentado atacarme, suerte que saqué mi varita antes, o habría salido herida, señor. —Con tanto nerviosismo, la asquerosa serpiente suena como un elfo doméstico, con eso de "señor". Aunque sería un insulto para los elfos compararla con éste espécimen de bruja.

— ¿Que dice usted, señorita Granger? —Su cara es impasible, no muestra expresión alguna.

— ¡Fue ella, director! —chillo, y al momento me doy cuenta que soné como una niña pequeña— Me arrebató mi libro, solo lo quería de vuelta.

— ¿Tanto disturbio por nada? —sigue preguntando tranquilo.

— Bueno, es que yo —Siento el sudor frío, como cada vez que me meto en problemas.

— ¡Ja! —festeja la serpiente.

— No se ría tanto, Parkinson. No veo motivo para arrebatar material ajeno.

— Bueno es que

— Señoritas —interrumpe el discurso muy fingido de Parkinson que se aproximaba, lo cuál agradecí— basta de charlas aquí afuera, acompáñenme.

Cambio de roles || Harry Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora