Me sentía verdaderamente genial.
Le sonreí de vuelta y miré hacia Ian.
Me miraba ligeramente boquiabierto mientras sus ojos me recorrian rapidamente. Arqueé una ceja en su dirección en forma de interrogación y él miró directamente a mi cara. Arqueé las cejas, el me imitó. Negué con la cabeza algo divertida.
-¿Tienen hambre?- dijo luego de un rato en el que Melanie nos miraba entretenida.
-Si- dije con un quejido mirando a Melanie quien coincidió y asintió energicamente.
-Bien, yo invito- a continuación se paró de la cama y me tendió una mano para que yo también me parara. La tomé ignorando lo raro que todavia se sentía un gesto tan simple como este.
-Me cambiaré y estaré ahi en diez minutos- avisó Melanie rapidamente, dando un salto de la cama hacia una puerta cerca de ella donde habia un lugar con algunas perchas con vestidos y demás.
Claramente visitaban este lugar muy seguido, como había comprobado incluso antes de entrar en la casa.
Apenas salimos por la puerta Ian fijó su vista en mi.
-¿Qué?- le pregunté extrañada con una pequeña sonrisa.
-Eres...-murmuró entrecerrando los ojos en mi dirección- eres tan...
-¿Tan qué?- fruncí ligeramente el seño con curiosidad.
-Tan tú- dijo el chico con una sonrisa burlona. Sabía que había recordado el momento en el que yo le había dicho eso en mi casa.
-¿Tan yo?- le dije sarcasticamente imitando la escena de mi casa, estabamos rotando roles.
-Tan tú- repitió agregando una risa- eres increíble.
Ahora yo era la que lo miraba ligeramente boquiabierta.
-Que me sonrojas, Ian- dijo una voz masculina imitando muy mal una femenina, a mis espaldas. Fruncí el seño pero no tuve que detenerme a pensar quien era ni molestarme en darme la vuelta.
-Roland- dijo Ian cerrando los ojos brevemente- no te cansas de ser un imbecil ¿no es así?
-Oh, ya sabes, tengo un muy buen maestro- él ya estaba al lado de Ian, nos lanzó un guiño a los dos.
-Me has ofendido, realmentelo lo has hecho- dijo Ian aparentando estar ofendido, llevandose una mano al pecho.
-Lo siento, asi que, ¿tomas el crédito? Yo me refería a Trevor pero como quieras...- dijo Roland dando un chasquido con la lengua. Sonreí ligeramente al ver la cara de Ian.
-Se nota que se quieren mucho- dije sarcasticamente consiguiendo una risa de Roland y una sonrisa de parte de Ian.
-Oh, él me ama- me susurró como si fuera un secreto que Ian no escuchaba, obvio que él podía escuchar cada palabra. A continuación Roland posó una mano en mi hombro amistosamente y me guió fuera del corredor, seguida por Ian- Solo que le cuesta salir del cascaron completamente ¿no es así, cariño?- le dijo a Ian medio gritando la ultima parte. Podía ver facilmente porque le gustaba a Kay, era tan parecido a ella.
-No lo creo, cariño -le contestó Ian de la misma forma que él, chocando su hombro contra el de Roland haciendo que este de un pequeño tropiezo con la alfombra y que su mano baje de mi hombro al piso para detener la caida. Me reí algo asombrada por ambas cosas, por la conversación entre ellos y la ridícula casi-caida de Roland por el empujon de Ian, este ultimo me dió una mirada complice- No te burles, rubia.
Hace mucho no usaban ese apodo.
-Rubia...-repetí dando un bufido.
-Si, así es como él te puso el día en que...
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Bad boy.
RomanceLea Lowell era todo lo contrario a las otras chicas del Instituto. Aunque ella esté en sus gloriosos dieciséis, sea raro o no, nunca usó zapatos altos en su vida, nunca había experimentado con el maquillaje y mucho menos con grandes cantidades de al...
23. Increíble. (3/3)
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