Let's Get The Hell Out Of Texas

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NOTA: Se recomienda leer capítulo: Vol. 1: II-3, antes de leer el capítulo, si no será muy confuso. (o sea, lean el capítulo 3 de la segunda parte del primer volumen para entenderle).

Vol.1: II - ocurrido al final de Cap. 3

Pete's POV

Lo he estado pensando todo el día, desde que Ryan y Spencer me aseguraron que ellos estaban solamente planeando sus cumpleaños en una de las salas de conferencias del lugar. ¡Sí, claro!

No estoy diciendo que no organizaré su fiesta de cumpleaños conjunta porque eso suena más que maravilloso; pero el punto es, que Ryan no ha celebrado su cumpleaños desde que tenía doce. Spencer me lo dijo una vez.

¿Qué clase de niño pierde el interés en la vida a la edad de doce? Los que están destinados para algo mejor, eso parece. Esos pocos individuos que son más grandes que la vida.

El equipo ya está en el autobús y estamos listos para irnos, pero me llevo a Brendon aparte ahora que he decidido qué debe ser hecho. Él me sigue afuera del bus, los ojos de Ryan nos persiguen cuando nos alejamos.

Está casi oscuro afuera, es un poco después de media noche y me aseguro de que estamos a una distancia segura y lejana del bus. No necesito a nadie más que nos escuche.

Brendon luce atento, claramente esperando una orden. El viento húmedo agita su cabello y solo puedo ver la forma en que las luces que brillan desde el autobús atrapan el pase backstage que cuelga de su cuello. Él es un hombre extremadamente guapo. Si él fuera hetero, las chicas no lo dejarían en paz. Dios, si él fuera hetero, podría venderlo así. Lo he escuchado cantar y tocar, y el chico es jodidamente talentoso. Es una lástima que él se haya golpeado la cabeza y haya decidido dormir con otros hombres, arruinando eficientemente cualquier oportunidad que él podría tener en la industria.

Es un trágico desperdicio de talento, pero claramente Brendon ha encontrado otras maneras de ascender. Ha atrapado a uno de los hombres más atractivos y carismáticos que conozco en su trampa.

Ryan no es un Robert Plant en el escenario, pero él no tiene que gritar, tirar el soporte del micrófono y caer de rodillas para llamar la atención del público. Sube a ese escenario, toca un acorde y comienza a cantar, y aunque hay diez mil personas que lo observan, siempre se siente como si te estuviera cantando a ti y a nadie más. No es solo una canción en la que se está lanzando, sino que él está susurrándote su más personal secreto en tu oído, y te provoca escalofríos. Y eso es carisma, su personalidad tan fascinante que él no tiene ni idea que posee.

No estoy muy sorprendido de que Ryan esté acostándose con Brendon. Por mi experiencia, Ryan follará todo lo que le atraiga y Ryan definitivamente hará cualquier idea que aparezca en su cabeza. Estoy absolutamente enojado de que ellos lo han estado haciendo a mis espaldas, pero no necesito lidiar con las repentinas exploraciones de Ryan de la manera que Spencer está, aparentemente, luchando por hacerlo. Spencer ha estado fuera de su juego todo el día y tocó un concierto de mierda.

Pero lo que tengo que hacer es tener repercusiones, gestionar de forma sencilla las necesidades de mi banda y hacer que no tengan ni idea de, como todo lo que dicen, hacen, comen y beben, ha sido dictado por mí.

Brendon levanta una ceja, aún esperando.

—Así que estás follando a Ryan.

—¿Qué? —pregunta bruscamente, y congelándose al instante.

—Ustedes están follando —declaro y él trata de reírse luciendo confundido. Ruedo mis ojos—. No intentes esa mierda conmigo —estoy harto de que todos en este maldito bus crean que pueden engañarme, por no tenerme un poco de maldito respeto. Ellos me necesitan más de lo que creen. Ellos me lo deben todo—. Nada se me escapa, especialmente algo como esto.

The Heart Rate Of A Mouse: ExtrasWhere stories live. Discover now