—Que distraído —dijo Hurs con gesto compungido—. Lo siento, no me di cuenta. Estaré atento y ya puedes empezar a coquetear de nuevo.

  Melina comenzó a reír acercándose a él y dejando un beso en su mejilla.

—El experto en celos ya dijo que la ciega estaba celosa —dijo Max atrayendo las miradas.

—Se llama Scarlett —dijo Hurs con tono reprobatorio—. Deja de ser tan despectivo que tú eres idiota y no por ello vamos recalcándolo a diario.

  Max se quedó serio y miró a su amigo con reproche.

 Melina por su parte se acercó a Hurs de nuevo y pasó su mano por el pecho de este que solo sonrió.

—Podríamos recordar viejos tiempos —dijo haciendo que el hombre riera.

—Que asco —dijo Maddox—. Pueden al menos fingir que no pasó nada entre ustedes. No quiero ni imaginarlo.

  El rostro de Melina no era otro que el de contener la carcajada que pugnaba por salir.

—Envidioso —dijo Hurs—. Que culpa tengo de ser más guapo y además mucho más alegre.

—Promiscuo —dijo Maddox.

—¿Cómo te atreves a calumniarme así enfrente de mi ex? —dijo mortalmente ofendido—. Hablas de envidia, pero bueno, fue solo tu culpa. Estabas sumido en la estúpida idea de coleccionar reliquias que tus rondines eran por los hospitales de viejitos.

  Melina comenzó a reír sin poder contenerse más mientras un Maddox bastante molesto miraba a su amigo.

—Mejor voy con mi novia —dijo sin más.

—No sales de aquí hasta que digas qué es eso tan importante que vas a decirnos —dijo Hurs—. Mi corazón no está para soportar tantas emociones en un día; el coqueteo de mi ex y los celos de la cría ha sido mucho por hoy, así que solo dilo ya, pero suavecito.

—Voy a casarme con Brooke —dijo y el rostro de su amigo fue de aburrimiento.

—Eso ya lo sabíamos —dijo como si fuera obvio.

  Melina y Max compartieron una mirada que dejaba claro lo que pensaban.

—Va a casarse de verdad —dijo Max.

—¿Entonces antes pensaba casarse de mentira? ¿Cómo se hace eso? Si lo sabes deberías registrar tu idea, salvarías la vida de muchos hombres —dijo el aludido—. De acuerdo haciendo a un lado las bromas, estoy seguro de que no has pensado bien y has hecho la propuesta a lo estúpido.

—Lo dije en un arrebato —confesó Maddox viendo a Melina salir del lugar contestando una llamada—. No sé solo no lo pensé en ese momento y lo dije.

—¿Llegaste, te sentaste y le dijiste: creo que deberíamos casarnos? —preguntó Hurs—. Es eso lo que tratas de decir.

—Creo que trata de decir que en un berrinche de celos porque ese... —dijo Parker entrando y señalando a Max—. Estaba coqueteando con la Lilith de nuestro Maddox, que sin más gritó su propuesta y por cierto hablen más bajo que se escucha hasta las escaleras.

—No lo hice por celos. —Se defendió.

—Claro, vienes a intentar romperme la cara solo porque quieres desestresar tus puños —dijo Max sonriendo con cinismo—. Mas bien, deberías admitir que lo hiciste porque te da rabia que ella pueda fijarse en mí y solo quisiste asegurar que se quede contigo.

—Estoy de acuerdo con el cerdo de allá —dijo Parker—. Creo que no fue lo mejor, al menos no de momento pero supongo que lo lograste, la chica aceptó y ahora qué sigue.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora