-vamos, quiero mostrarte algo- Recher asintió, dejando se guiar por la mano de aquello que, amado incondicionalmente, aquello que le dio muchas batallas insaciables, pero valió la pena, solo, por ver esos ojos fundirse en ella, ver esas manos sosteniendo las suyas

Recher estaba frente a algo que parecían ser una lápida. Alex estaba en cuclillas, viendo como la nieve tapaba, un poco la lapidas, su respiración era tranquila y su sonrisa, era triste, pero feliz. Recher se coloco en cuclillas al lado de su esposa, que detallaba aun las frescas flores que rodeaban el lugar, esas que llenaban el lugar de paz, paz que daba descanso aquellos que pelearon por la libertad de sus hijos

-hola mama, hola papa- Alex se paso la mano por el cuello, sintiendo la mano de su esposa en su hombro, dándole algo de fuerza, para poder hablar- a pasado un tiempo, lamento venir en estos momentos, y no antes. Pero necesito presentar le alguien- Alex vio a Recher con una pequeña sonrisa- ella es mi esposa, Recher- Recher comenzó acariciar la corta cabellera de Alex, que seguía creciendo con el tiempo, seguía escuchando esas palabras que salían con dificultad- los extraño a pesar del tiempo, saben tengo una hija, con Octavia claro, lo se loco. Un vampiro y un ángel tienen una hija, se llama Alexandra, como yo, pero lamento decir que no estado muy presente en su vida, y lo se papa, tu me matarías por ser tan irresponsable con mi hija, pero fue por causas necesarias y saludables- Alex vio sus manos, que tenia un poco de nieve en ellas, podía sentir el frió en sus manos, ese que le acompañaba desde que tenía 17 años- saben estuve en el infierno unos meses, luego fui al limbo, estuve perdida un tiempo, y el dolor en mi corazón aun no se va, pero tengo alguien que lo suaviza, cuando duele, y más me hacen falta- Alex vio por el rabillo de su ojo a Recher, quien le veía con una pequeña sonrisa- mama me haces mucha falta, aun extraños tus besos de buenas noches, y tus regaños por mis estupideces, papa donde estuviste cuando iba a tener una hija, y estaba muriendo para darle un futuro- Alex veía las tumbas sintiendo ese dolor y deseo de llorar, sintiendo como una lagrima descendió por su mejilla- fue difícil cuando se fueron, estuve perdida un tiempo, conocí lugares, muchos lugares, que no me llenaban el corazón, el alcohol no llenaba su presencia, y las personas solo estaban conmigo por mi título de noble- Alex dejo salir una leve risa amarga, aun viendo la nieve- luego conocí a Octavia, quien me acompaño durante un tiempo, fue una sorpresa saber que tendríamos una hija, pero lo afronte y tome mi responsabilidad, pero ella sabia que no la podría amar, no como amo a Recher, no como ella me hace sentir, no me mata como los besos de mi esposa. Pero le tengo buenas noticias, ella encontró el amor en brazos de Barbie, quien la hace feliz, la ama incondicionalmente, la ama como una vez yo lo hice. Por ahora solo puedo darle algo como seguro- Alex tomo la mano de su esposa, sintiendo cada hormiga que ella le causaba, sintiendo cada recuerdo, dejar su peso, sintiendo felicidad en el corazón- solo le puedo asegurar, que voy a estar al lado de Recher, por lo que me quede de vida, y me alegra decir que es eterna- Alex se río, sintiendo las lágrimas descender, no importa el tiempo que pasara, la herida seguía y nadie podría cerrarla, ellos eran sus padres, ellos le enseñaron la vida y le dieron una puerta para vivir, ellos era los responsable de quien es- los quiero, nunca lo olviden, un día los volveré a ver, a pesar de que me hubiera gustado, que conocieran a mi hija, se parece mucho a Octavia y a mí, supo sostener muchos rasgos de las dos, es una niña muy viva y divertida, tímida y tranquila. Me siento orgullosa de ella, y sus logros, y se que Octavia se siente como yo, al ver a nuestra hija crecer, y comenzar hacer su vida. Solo puedo decir eso, fue un placer volver hablar con ustedes

Alex se paso la mano por el rostro, limpiándose las lágrimas. El sol seguía subiendo dando paso a la tarde, dando paso a las nuevas aventuras que le esperaba. Del otro lado del mundo dormir era una eternidad, pero el dolor en su hombro comenzaba a llamar su atención. Sentía unos brazos rodear le la cintura, el apriete era tranquilo y relajado, la noche parecía larga y sin descanso, y la opresión en el corazón comenzaba a desaparecer, dejando solo paz y vacío en su corazón, cuestionando se el por qué de esa opresión. Lucia se dio la vuelta en la cama, quedando de frente con su novia, que parecía mas que perdida en sus sueños, parecía mas que contenta en esas pequeñas fantasías que tenía entre sueños. Una vez que dejo de sentir el ardor en el hombro, decidió volver a dormirse, sintiendo como el sueño reclamaba su cuerpo, y todo dolor era opaca-do, por sueños despistados, y complicados de descifrar. Nunca fue muy fanática de despertarse en las mañanas, pero debía de volver a la escuela, antes de causarle un problema a sus tutores, que parecían mas que rendido en sus respectivas habitaciones. Alex se sentó en su cama, viendo sus pies en el suelo, sintiendo la fría madera, que hacía de alfombra desde hacia un tiempo. No quería levantar la mirada, sabía que había un espejo en esa parte, aun no quería ver el estado en el que se encontraba. Se paro de la cama, solo para darse un baño, y comenzar su rutina mañanera

Te EncuentroWhere stories live. Discover now