Melina les había asegurado que eran suyos y que podían usarlos con confianza y no solo solo eso sino que también les proporcionó los zapatos y accesorios y dijo que esperaba verlas en el festejo.

  Así que con un agradecimiento profundo hacia ella Brooke le dio un abrazo en nombre de ambas,  

 Scarlett estaba muy emocionada no solo porque iba a ir a una fiesta después de mucho tiempo sino también porque aseguraba que podría conocer gente y por encima de todo podría estar con él aunque de eso aún tenía sus reservas.

  Brooke agradecía que la hayan adoptado tan bien ya que no quería que su hermana padeciera más la soledad del autoexilio y por primera vez parecía que sí se sentía feliz y aunque no sabía si realmente había una relación entre su hermana y Hurs al menos parecía que habían hecho buenas migas, se hablaban y aunque habían tenido algo antes no sabía si continuaban o no y quería respetar la privacidad de su hermana.

 Ambas pasaron la tarde emocionadas y con la llegada de la noche Brooke comenzó a arreglarse y después a ayudar a su hermana.

—Dime cómo me veo —dijo Scarlett—. Necesito que me lo digas, recuerda que tú eres mis ojos.

—Te ves preciosa —respondió—. Más de uno va a quedar prendado de ti.

—¿Crees que Hurs esté ahí? —preguntó ruborizándose.

—Estoy segura de que sí —dijo—. Es socio del lugar.

  Su hermana sonrió y no dijo nada más.

—Hurs es muy guapo —dijo Brooke—. También muy simpático.

—¿Cómo es? —dijo Scarlett—. Físicamente. Me da pena decirle que quiero tocar su rostro para imaginarlo.

     Ya lo había tocado pero siempre quería tocarlo de nuevo para destacar algún detalle que se le escapara al formarse la imagen. Siempre encontraba algo diferente cada vez que lo palpaba.

—Bueno, que puedo decirte —dijo Brooke sonriendo al verla emocionada de poner hacerse una imagen de él—. Hurs es un hombre de más o menos…

—Niñas —interrumpió su madre—. Es hora de irse, han llegado por ustedes.

—¿Han?

  Su madre hizo señas para que la siguieran.

 Brooke ayudó a su hermana a salir guiándola a la sala de estar donde Maddox y Hurs estaban en medio de la sala.

 Maddox reía de las tonterías que Hurs decía cuando ella apareció.

 La miró de arriba a abajo y era consciente de que su hermana estaba al lado de ella; sin embargo, no podía verla, simplemente porque sus ojos estaban sobre Brooke.

  El vestido color morado, largo y acentuado en su cintura le confería un aire sofisticado y estilizado, aunado al peinado recogido a un lado y el maquillaje hacían que Brooke pareciera una verdadera reina.

 Le sonrió agachando la vista y a él le pareció la cosa más dulce que había visto en su vida. El corazón se le aceleró con cada paso que ella daba hacia él y solo salió del embrujo cuando sintió su labios sobre los suyos.

—Hola —dijo.

 Salió de su estupidez y sonrió ante su propia reacción.

—Estás preciosa —dijo volviendo a mirarla—. Serás la más bella del lugar.

—Difiero un poco —dijo Hurs haciendo que Maddox riera.

   El vestido verde de Scarlett hacía resaltar su piel y sus ojos, tanto que en ese momento se sintió hechizado.   

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Where stories live. Discover now