Capítulo 1.

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Si mal no había contado a las personas delante mío, entonces yo era la número 24 en la fila del Meet and Greet, el cual era mi regalo atrasado, o pendiente mejor dicho, de hace un año atrás, cuando opté por conocer a mis ídolos a la fiesta de quince años… y nada salió de acuerdo a lo planeado.
Recuerdo haberme levantado al mediodía, encender el televisor, y ver mis ilusiones hacerse añicos en menos de cinco segundos tras leer el peor título y escuchar a la asombrada reportera informar que apenas comenzada la venta hacía un par de horas atrás, las fanáticas habían logrdo arrasar con todo, desde los paquetes vip hasta los boletos de campo fueron agotados en un abrir y cerrar de ojos, de modo que terminé con las manos vacías y el corazón partido aquella vez.

La espera se hizo hecho eterna, hasta que finalmente, pasado un año, las nuevas fechas fueron publicadas y ahora, el momento había llegado, y allí estaba yo, a punto de cumplir mi sueño.

Mientras esperaba que al guardia se le ocurriera comenzar con el asunto. Tomé la credencial que pendía de un grueso hilo gris alrededor mi cuello y la contemplé, el número 1 junto a la letra D en plateado irradiaban reflejos coloridos con cada movimiento.

Solté el colgante abruptamente al escuchar a las chicas del principio gritar. Los agudos chillidos no tardaron en extenderse por toda la fila. El acceso ya estaba permitido.

-Nombre y apellido-Preguntó el joven plantado en la entrada.

-Lucía Villalba.

Echó un vistazo a la lista que sostenía en sus manos.

-Sí. ¿La pulsera?

-Aquí- levantó su brazo.

-Déjame ver.

Él tomó su muñeca y comenzó a jalar el brazalete.

-Puedes pasar-concluyó, luego de soltarlo.

La muchacha se infiltró dando cortos brincos de regocijo y la puerta se cerró detrás de ella.

-Siguiente.

Así, a medida que alguien entraba, se avanzaban uno o dos pasos y de esa manera mi turno se iba acercando.

Los nervios me carcomían tanto que creí que me desmayaría ahí mismo al caer en la cuenta que ya faltaban sólo cinco personas. Cinco.

El estómago se me encogió, y mi mente voló hacia alguna parte, bien lejos de la tierra, más allá de la estratósfera. 

¿Cómo eran? ¿Qué llevaban puesto? ¿Acaso serían tan hermosos y divertidos como los imaginaba?... y Zayn, mi debilidad… suspiré mentalmente. Moría por verlo, a él y a los demás, por supuesto.

Una persona me empujó por la espalda, no muy fuerte, despejando rápidamente mis pensamientos.

-¡Ey! ¡Apúrate lenta!

-¿Ah?

-¡Que vas tú!

El pulso se me aceleró y mi respiración se volvió agitada.

Me aproximé al hombre que ya había logrado poner algo impaciente debido a mi pequeña demora.

-¿Nombre?

-____ _____

Sus ojos recorrieron la hoja de arriba hacia abajo varias veces

-Eh… Mmm…no… lo siento.

Empalidecí

-¿Qué?

-¿Cómo dijiste que te llamabas?

-____ ____

-… No, no. No estás.

-Pp… pero…-Balbuceé, al borde del colapso.

-_____ ______...-Susurró la muchacha que trabajaba junto a él mientras repasaba su propia lista-¡Aquí! Ven, ven.

Me acerqué a ella, temblando.

-Tranquila, estabas en la fila equivocada. 
¿Traes la pulsera?

Levanté un poco el brazo para enseñársela.

-¿Esta?

-Sí, ¿Me la dejas ver un segundo?

Ella cogió mi muñeca cuidadosamente, deslizó un dedo debajo del brazalete y tiró hacia arriba con fuerza, intentando romperlo.
Tira un par de veces más, y al no poder hacerlo, abandona.

-Bien, acompáñame adentro.

En línea (Zayn Malik y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora