Parte IV {Otoño}

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Parte IV                                                                                                                                                                                Otoño

Yoongi cerró sus ojos fuertemente y maldijo cuando la luz brillante del sol alumbró su cara y lo despertó. Con sus ojos aún cerrados, estiró su mano distraídamente al otro lado de la cama, solo para sentir las sábanas frías bajo sus dedos.

Abrió sus ojos.

Vacío.

Gata lo esperaba al final de las escaleras y maulló felizmente cuando la tomó y la llevó consigo a la cocina. A excepción de un plato extra secándose al lado del fregadero no había otra señal de Jungkook.

Vacío.

En el salón, Yoongi se sentó en el sofá, no muy seguro de con qué mantenerse ocupado. Chasqueó sus dedos y una pequeña llama bailó en la palma de su mano. La aplastó, prendió otra y sopló para apagarla. Lo repitió una y otra vez, mirando la llama morir en su mano.

A través del fuego, notó la camisa de Jungkook encima de una silla. Yoongi peleó con el impulso de tomarla y sentir la tela en sus dedos.

Jungkook era todo menos estabilidad. Era algo que Yoongi siempre supo y algo que nunca le pediría ser.

Pero incluso si Yoongi odiaba admitirlo, en alguna parte del camino, comenzó a ser desagradable despertar solo. Sin notar cuando, el silencio de los días solitarios comenzó a molestarle.

—¡Mierda!

Yoongi cerró su mano rápidamente cuando la llama, de la cual se olvidó, quemó su mano. Una pequeña marca roja apareció al medio de su palma.

En alguna parte del camino comenzó a odiar sentirse vacío.

***

El otoño llegó gentilmente, con frescas ráfagas de viento y mañanas brumosas. Convirtió el bosque en color dorado y ámbar, y trajo lluvia también, pero no demasiado por el momento, casi como si el verano no supiera cómo decir su último adiós.

Yoongi descansaba al lado de un roble viejo, lo suficientemente grande para sentir que podía desaparecer bajo sus ramas. Palpó los bolsillos de su chaqueta en busca de los cigarrillos que sabía estaban en alguna parte. Finalmente encontró uno, que probablemente estuvo escondido por meses y ahora no sabía bien.

Lo fumó de todas formas, incluso si no le daba el placer que esperaba. Miró el humo por un momento antes de cerrar sus ojos y concentrarse en los sonidos a su alrededor. El canto de las aves de la primavera y el verano fueron lentamente reemplazadas con el croar de las ranas y los cuervos. Era solo cosa de tiempo antes de que el bosque se quedara en silencio otra vez.

Yoongi sintió la presencia de Jungkook cerca de él incluso antes de escuchar las hojas crujir bajo sus botas. Llegó como una ola cálida de algo familiar, como una ola de un olor agradable que conoces bien, pero que no tienes la oportunidad de oler por un tiempo. Dejó que lo envolviera y lo llenara hasta que no pudo pelear más con la anticipación cosquilleando en la punta de sus dedos.

Unos cuantos pasos en algún lugar detrás de él y la sensación del cigarro tocando su boca fue reemplazado por la suavidad de los labios de Jungkook. Yoongi se inclinó, tratando de perseguir la calidez antes de que se fuera. Y aún así, demasiado pronto, el sentimiento desapareció.

Jungkook miró el cigarro que sostenía entre sus dedos como si estuviera considerando algo. Al final, lo tiró al piso y lo aplastó con su pie.

—Ew— murmuró— aún no sé por qué te gusta.

Witchcraft  || Yoonkook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora