Rise. ||Luke Hemmings||

Cap 1; Rise.

[Solo quería decir, qué, el nombre de la historia es "Rise" ya que en español, esto sería "Comienzo" Así que quería comenzar las historia así para darle algo de, "sentido".]

Era de mañana en Bristol, como era de esperarse estaba lloviendo, cosa con la cual Émilie resopló al ver por la ventana cómo el día se tornaba deprimente, y la lluvia retrasaría su vuelo a Sidney esa mañana, ella solo se limitó a subir a su habitación yendo por sus cosas, comenzando a extrañar aquella habitación, por más fría y deprimente que luzca, la extrañaría.

—Voy a extrañar este lugar— susurró Émilie con algo de nostalgia golpeando su pecho, a lo que se resignó, y bajó las escaleras algo callada, al llegar a la planta baja de su casa, se dispuso a tomar un paraguas, abrió éste al estar afuera, tomó sus valijas, y comenzó a caminar rápidamente hacia una línea de autobuses para ir al aeropuerto. Al llegar sólo esperó en una fría silla, hasta que su vuelo fue anunciado, avanzó hacia el detector de metales, entregó sus valijas, y entró al avión.

—Vaya, no esperaba que fuera tan, aburrido— susurró, y cerró sus ojos cayendo en un profundo sueño. Despertó fijándose en que habían transcurrido ya unas 15 horas, y se aproximaban a Sidney, Émilie se limitó a tomar una botella de agua. Bebió de esta, y esperó el aterrizaje con ansias.

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-Émilie's POV-

Luego de haber pasado horas en aquél infernal avión, por fin había llegado a Sidney, por lo cual me detuve a encender mi celular, sabiendo que éste estaría vacío. Se suponía que mi compañero de intercambio(el cual por cierto no recuerdo su nombre) vendría a por mí justo ahora. Sólo observé a un chico rubio, ojos azules, pero claros, acercarse inseguro hacia mi ubicación.

—Vale, supongo que tú eres...—hizo una pausa para pensarse mi nombre—Tú debes de ser..., Emma, ¿cierto?—fruncí el ceño negando con la cabeza.

—Soy Émilie, un gusto —estreché mi mano con la sonrisa más falsa que pude haber sacado.

—Luke, el gusto es mío —sonrió, y agarró mis valijas caminando hacia un auto gris, introdujo las valijas en el maletero, y rodeó el auto para subir a este. Durante el largo camino a una universidad, solo hubo un gran silencio incómodo, el cual decidí romper con la pregunta más estúpida y cliché de todas.

—Entonces Luke, ¿que edad tienes?—dije algo nerviosa.

—18—respondió el tranquilo.—¿Tú pequeña Émilie?—me miró alzando ambas cejas.

—18, ¿serás mi compañero de cuarto o estaré con alguien más? —Pregunté ya tomando confianza hacia la incómoda situación.

—Así es, tú y yo.—freno el auto frente a un gran edificio.

Bajé de éste, y al mirar el edificio, y a los estudiantes que iban de un lado a otro, sólo pude decir para mí misma "Santa mierda, éste no es lugar para una chica de problemas."