Egreso

Día 1.

Llegué temprano. Me encontré con Camila Curbelo, una chica que hacía deporte conmigo, handball específicamente. Abrieron las puertas del colegio y todos se deleitaron, pues había llegado el micro lleno de pre egresados, festejando el UPD (último primer día de clases).

Las primeras dos horas de clases fueron libres, sin profesores. Me senté sola en un banco frente a mi salón, con los auriculares puestos y el volumen alto, esperando a que el tiempo pasara. Entre tanto y tanto, veía a grupos de amigos pasarse por en frente mio, riendo y bromeando, cosa que yo nunca pude disfrutar.

En un momento, Lautaro Cabral, un chico que está también en el último año, pero en otro curso, se me acercó y se sentó a mi lado en silencio. Cuando me saqué los auriculares y lo volteé a ver, únicamente me sonrió y permaneció callado junto a mí. Le pregunté qué hacía, entonces empezamos a hablar. Me gusta su sonrisa, siempre me gustó, y la forma en que me mira. No creo que esté interesado en mí.

Cuando tocó el timbre de salida, volví a mi casa feliz, por haber hablado con él. No sé por qué.