Perder el tiempo

El dúo- Primera parte

-Mira el patán de ahí- me dijo mi mejor amigo Luka

-Jajajajajajaja, cree que por ser mexicano puede ponersele al tiro al policía, Jajajajaja, debe de estar ebrio, ¡ah! mira ya se lo llevan que idiota.

-Jajajajaja, un día en Eslovenia, mi bella Eslovenia- en ese momento exhalo como si estuviera recordando su otra estancia en ese lugar debido a que por negocios su padre los trajo a México a vivir, seria temporal se supone pero termino siendo permanente -en mi lugar de origen nunca hacia eso la gente,o al menos eso recuerdo, estaba muy pequeño para saberlo de todas formas, el chiste es que ese hombre es un ridículo-

-como tu y yo o peor- respondí riéndome en mi mente,

-jajajajaja no por nada somos amigos- después soltamos una carcajada, ambos nos miramos y decidimos ir por una cerveza fría.

en el camino le marcaron y le dijeron que ya fuera a casa que su familia lo estaba esperando. El decidió marcharse para evitar un problema, si de por si ya tenia muchos problemas, ya no queríamos más líos por un tiempo.

Nos despedimos haciendo nuestro saludo parecía algo estúpido pero cada cosa tenia un simbolo, desde el saludo militar del inicio, el golpe de pecho  seguido de un "dame ese puño" por así llamarlo y después marchándonos cada quien por su lado.

- Es un buen amigo- dije en mi mente para después ponerme mis audífonos y escuchar twenty one pilots mi banda favorita.

Luka y yo somos mejores amigos y no tengo por que quejarme, se que nos complementamos uno al otro con nuestras habilidades y es algo que me agrada incluso tenemos un reglamento o no es un reglamento sino una norma que dice así: " tus peleas son las mías, tu familia es la mía, pero nuestra amistad, se volvió una hermandad.

Es una amistad algo básica, ya saben nos hablábamos y todo pero no nos frecuentábamos, sus padres no lo dejaban juntarse conmigo , en parte era mi culpa, yo desde niño me metía en muchos problemas desde una vez que golpe a a un compañero del salón en la cara, en mi defensa el se lo busco, tomo mi dibujo de tarea y lo presento como suyo, sin contar que robaba mis lapices de colores en el kinder, así que, el día que hizo lo del dibujo me moleste tanto que me levante, me puse justo enfrente de él, y el resto pues ya se deduce, mis padres llegaron a el jardín de niños, estaba con la directora, me regañaron, bla bla bla, bla bla bla, bla bla bla.

Desde entonces me di cuenta de que nada ni nadie me debía de reprimir, ese fue como el boom, la explosión, la chispa de quien ahora soy. enseguida se vinieron muchos otros conflictos, romper vidrios de casas, autos, hurtar cientos de juguetes, quitarle el dinero a mis hermanos entre miles de cosas.

Él, en cambio, era alguien cayado, pero en su interior deseaba hacer un enorme caos por donde se pudiera solamente, pero era, no perdón es alguien capaz e inteligente, se puede considerar como el cerebro detrás de todas, y cada una de las cosas que hacemos, tal vez eso fue lo que nos unió, piensa en todas y cada misera posibilidad de lo que hacemos, piensa en los probables fallos y los resuelve creando planes infalible que te dejan con el ojo cuadrado, pero en realidad el me ayuda más en los exámenes, sinceramente el termina cualquier examen en menos de 10 minutos así que nos sentamos juntos y simple y sencillamente le paso mi examen para que lo responda y listo los dos sacamos las mejores notas excepto en biología, la maestra Lupita nos odia.

Un día estábamos e casa de Luka, jugábamos un juego de guerra y estrategia, no recuerdo  el nombre pero me gustaba el juego y cada que íbamos a su casa solíamos  jugar por un par de horas ese juego.

Recuerdo que el personaje principal tenia una cicatriz en su hombro izquierdo, que iba desde el hombro hasta la mitad de su espalda. en ese momento el dijo.

-Se parece a la cicatriz que tengo en mi pierna, pensándolo bien es casi idéntica- me lo dijo con una voz monótona e insegura, y sin pensarlo dos veces respondí:

-¿En verdad tienes una en la pierna?-respondí como si no lo creyera pensando en que era una broma o algo así-la quiero ver-

-¿Seguro?-

-Claro- respondí seriamente esperando su repuesta. solamente se arrisco el pantalón hasta donde estaba su cicatriz , yo me quede asombrado y solamente pensaba decir una maldición pero decidí no hacerlo.

-¿Como te sucedió eso?

 -Íbamos en la vieja camioneta de mi abuelo, nos dirijiamos al rancho de mis padres, cuando mi abuelo decidió frenarse a comprar gasolina, una camioneta grande y negra nos choco por la parte de atrás. Mi abuelo apenas subía al carro después de compra un cigarro en la tienda de la gasolinera y mi abuela Lilián, me  llevaba en sus piernas. En el momento del impacto mi abuelo quedo prensado entre la puerta del carro y el marco de la puerta, Lilián lo único que hizo fue abrazarme para que no le pasara nada, ella choco con el parabrisas enterrándose un pedazo de vidrio justo en la cien. Mientras, yo estaba desconcertado y aturdido me dio cuenta de que tenia un vidrio enterrado un vidrio de casi 16 cm en mi muslo derecho, me punzaba y sentía mucho dolor, así que decidí sacarla poco a poco pensaba que no iba a vivir después de eso, que no iba a poder volver a ver a mis padres. Después de un rato una señora que presencio el accidente llamo a la policía y a la ambulancia llevándome a suturar la herida, quedándome esta cicatriz de por vida.-

-Cuando  cumplí 16 años, a escondidas de mis padres, me fui a tatuar esa cicatriz con la fecha del accidente: 05-02-16 comenzando por el año-los números del tatuaje se veían partidos pero identificables, atravesados por la enorme y notoria marca.

Eso sinceramente me sorprendió, pero mi reacción fue quedarme callado  no decir nada, quería parecer que estaba serio y que no tendría mucha importancia para mi, pero en verdad me moría de ganas de mostrarle la mía.

-Yo tengo entre mis tatuajes, un código de barras con los números que me marcaron desde niño- le dije con un tono de seguridad ilegitima no se donde conseguí e valor necesario-

-En verdad-respondió sorprendido

-Si ,como mi fecha de nacimiento y el día del fallecimiento de mi abuela, el código tiene los siguientes números: 02112427, los primeros seis son mi fecha de nacimiento, comenzando con el año, y enseguida esta el día en que murió mi abuela, ella falleció de alzheimer cuando yo tenia 15 años, después de todo, ella nunca supo en los miles de líos que me metía por que ella cuando estaba en primero de secundaria comenzó a perder la memoria, como era el efecto de su enfermedad-

-¡En la madre!- exclamo en voz baja apenas si lo escuche.

-De vez en cuando  le tomo una foto a mi planta del pie donde tengo mi tatuaje y al verlo me recuerda muchas cosas.-

En ese momento me decidí a mostrarle mi cicatriz así que me subi el short 3/4 que llevaba puesto y le mostré la herida.

- Una vez que me caí de un árbol, se me enterró un alambre de púas en la pierna derecha, justo en el muslo tengo una cicatriz de casi 5 cm de largo, esa marca me recuerda a ella, pues cuando caí fue la que me atendí, mientras yo me moría de miedo pensando lo peor.- su cara en ese momento fue como si no supiera que decir se veía atónito o extrañado por lo que sucedía.

Después de eso solo me baje el short y continuamos jugando, pasaron casi 5 minutos de silencio total en los que medio pena y me extrañaba, pensaba que teníamos un aire de incomodidad, yo me decía a tomar mis cosas y largarme cuando escuche que dijo algo.

-A ti no te gusta Yuri, la chica rubia, alta...- solté una carcajada aun cuando trataba de no hacerlo, el solo se rio a carcajadas y yo continué.

Después de todo teníamos 17 años y aunque nuestras habitaciones se parecían tanto con los posters, el desorden de la ropa y nuestras camas a medio tender, me di cuenta que eso no era lo único que teníamos en en común sino también gustos y algunas experiencias que compartíamos desde hace mucho tiempo.

-Vamos por una cerveza me dijo- yo asentí con la cabeza y nos marchamos.