DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)

Capítulo 10

—No se diga más —secundó Max.

—Así sea —añadió Maddox—. Por los amigos lo que sea, hasta dar la vida en una pelea salvaje.

—Tú no cuentas —dijo Parker—. Te rindes a medio round.

   Hurs comenzó a burlarse al escuchar la burla a su amigo.

—Cuando terminen la burla me avisan —dijo enfadado—. Parece que nunca se han acostado con una chica.

   Parker sonreía mostrando sus hoyuelos.

—Claro pero nunca me han dejado calvo, amoratado y todo eso que te pasó a ti —dijo.

—Eso es porque hago mejor las cosas que tú. —Se defendió.

—O porque no la aplasto con mi peso —dijo divertido—. Vaya a saber lo que sufrió la pobre chica o chico, ya empiezo a esperarlo todo de ti, bromeas tanto sobre mi trasero y el de Max que empiezo a creerlo todo.

—Un momento —dijo Maddox atrayendo la atención de todos—. Ayer estabas conmigo.

—¡Por Cristo! —interrumpió Max—. ¿Fuiste tú el minino que hizo eso? En las sagradas escrituras se condena el hombre con hombre. Ya no hay temor a Dios.

—Peores cosas se verán dice la biblia —dijo Parker.

—Se van a reproducir —dijo un mortificado Max—. No estoy en contra de que los homosexuales se reproduzcan, estoy totalmente en contra de que esos dos juntos se reproduzcan. ¿Te imaginas? Sus críos.

—¿Ojos miel y un tatuaje de cola de diablo? —dijo Paker—. Me imagino lo peor.

—¡Por los pelos del calvo! —gritó Hurs—. Déjenme en paz.

—No señorita —dijo Parker—. Hemos hecho bromas a costa de Maddox y has estado ahí bastante participativo, ahora te aguantas.

—Amén —dijo Max.

—Amén dos —secundó Maddox.

—En fin, prosigue pequeña Maddy —dijo Parker—. Aunque estoy ansioso por tu relato preferiría que no ahondaras en detalles escabrosos y demasiado personales.

—¿Quién es el machito y quién la hembrita? —preguntó Max.

—¿Estuviste con una mujer? —dijo Maddox mirando a Hurs que se removió.

—Es obvio —dijo y no ahondó.

—¿La conozco? —preguntó directamente mientras él guardaba silencio—. Si mis cálculos no fallan fuiste a dejar a Scarlett.

   Las miradas de sus amigos volaron hacia él con rapidez esperando una explicación.

—¿Quién es Scarlett? —preguntó Max.

—La hermana melliza de Lilith —dijo Parker sorprendiendo a Max.

—¿Tú cómo sabes eso? —replicó.

—Yo lo sé todo, pequeña —respondió con un aire de superioridad.

—¿Es guapa? —preguntó de nuevo y bastante intrigado.

—Sí, supongo que sí —agregó con indiferencia.

—¿Supones?

—¿Por qué no te callas y dejas que la risitos nos cuente? —dijo Parker—. No traje uno de esos huesitos para darte y te entretengas mientras los adultos hablamos. Voy a empezar a crearme el hábito.

—No estuve con ella —dijo desviando la vista para no delatarse—. Después de dejarla fui por ahí.

—¿A dónde? —preguntó Max—. No eres el tipo de hombre que se enrolla una noche con alguien, la mujer que estuvo contigo debe tener algo relativamente serio contigo.